Las investigaciones científicas no dejan de encontrarle propiedades colaterales a la cosas. Al café y al vino siempre se le descubren nuevos beneficios. Despúes otro informe contradice estos beneficios y dice que acortan la vida, por ejemplo, y así sigue el cuento de la buena pipa científica.
El tema es que ahora al Viagra, esa pastillita azul que te deja el amigo como palo de escoba por horas y ha ayudado a que millones de viejitos de mundo tengan erecciones más duraderas que lo que uno tarda en comer un palito de la selva, se le suma otro efecto: ¡el amor!
No el amor a la pastilla -¡drogones!- por favor no me malinterpreten, sino el amor verdadero, de una persona a otra, que sería reforzado por la ingesta de sildenafil, como se lo conoce genericamente al medicamento que levanta a "esos" seres muertos, llamado pitinas (Sokolinsky dixit).
Según un informe publicado por un equipo de la Universidad de Wisconsin-Madisonen la revista Journal of Physiology, "el Viagra aumenta los niveles de la hormona oxitocina en las ratas" y "está hormona está relacionada con las actividades de cuidado y parto". El mismo efecto tendría en nosotros, los hombres.
Por eso la próxima vez que te digan que sos un rata, o que te vas como rata por tirante, o cuando una mujer ofuscada te diga "sos una rata inmunda", desde el costado científico, tendrá -aunque sea- un chiquitin de razón. De última para que vuelva el amor, tomate un Viagra y ya está!
Paz y Amor en el mundo: ¡Viagra para todos!
Nota relacionada: El Viagra y un efecto secundario no esperado
Adio!
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