Llegar al Luna Park no revestía una tarea muy compleja, simplemente había que imitar a Hansell y Gretel, aquellos niños del cuento que para no perderse dejaban miguitas de pan en el camino.
Al pasar por la Casa Rosada, los indicios peronistas estaban a la orden del día. La superpoblación de afiches de "Cristina + cualquier caudillo pejotistas" daban la pauta de que yo estaba en el camino correcto.
Pequeños grupos de militantes agrupándose cual celulas básicas (es decir como unidades básicas pero sin techo), me hicieron seguir por la senda de banderas con la cara de Evita. Cada vez estaba más cerca, llagaba al centro del lanzamiento peronista...
Otra miguita. Al toparme con un vendedor de gigantografías de Perón y Evita, vestidos de gala, me dije "Llegue", pero fue sólo una ilusión; faltaba una cuadra.
Al pasar por la Casa Rosada, los indicios peronistas estaban a la orden del día. La superpoblación de afiches de "Cristina + cualquier caudillo pejotistas" daban la pauta de que yo estaba en el camino correcto.
Pequeños grupos de militantes agrupándose cual celulas básicas (es decir como unidades básicas pero sin techo), me hicieron seguir por la senda de banderas con la cara de Evita. Cada vez estaba más cerca, llagaba al centro del lanzamiento peronista...
Otra miguita. Al toparme con un vendedor de gigantografías de Perón y Evita, vestidos de gala, me dije "Llegue", pero fue sólo una ilusión; faltaba una cuadra.
Esa maravillosa música (como la llamó Juan Domingo) aún no sonaba, era el gingle de Quindimil intendente, que aturdía desde un colectivito.
A la vuelta de la esquina estaba el Luna Park, mítico escenario del pugilismo nacional y maradoniano también (ahí fue donde Maradona se casó y también cerró su programa de TV, raro no?). Las columnas militantes se agolpaban para entrar, era inevitable sentirme desubicado, como dije en otro post, cubrir eventos o lugares peronistas aún me resulta extraño (aunque ayer era Peroknista, pero bueh...).
Los grupos estaban bien diferenciados.
Los universitarios, con remeras de Montoneros, los chicos con barbas largas, las chicas sin maquillaje (que dirá Cristina?).
Otros venidos del Conurbano con gorritas blancas se apretujaban en las vallas para entrar primeros.
De amarillo los taxista K (increible pero real) y del otro lado los "Remiseros con Cristina". ¿Habría una bajda de bandera por parte del gremio si no iban?
D´Ellia se pasaeba cómodo, mezclado entre los trajeados políticos, llegados desde todos los rincones K del país, que hacían respetuosamente la fila para entrar.
Despúes llegaron más militantes con banderas, y todos los colores del arcoiris del 45´. Definitivamente estaba en un meeting peronista! Habñia llegado sólo faltaba entrar y despúes intentar estar lo más cerca posible del escenario.
De fondo el obelisco observaba el desenfreno kirchnerista bajo el calor de invierno que ambientó el lanzamiento de la Concertación Plural (kirchnerista). Pero lo mejor estaba por empezar...
A la vuelta de la esquina estaba el Luna Park, mítico escenario del pugilismo nacional y maradoniano también (ahí fue donde Maradona se casó y también cerró su programa de TV, raro no?). Las columnas militantes se agolpaban para entrar, era inevitable sentirme desubicado, como dije en otro post, cubrir eventos o lugares peronistas aún me resulta extraño (aunque ayer era Peroknista, pero bueh...).
Los grupos estaban bien diferenciados.
Los universitarios, con remeras de Montoneros, los chicos con barbas largas, las chicas sin maquillaje (que dirá Cristina?).
Otros venidos del Conurbano con gorritas blancas se apretujaban en las vallas para entrar primeros.
De amarillo los taxista K (increible pero real) y del otro lado los "Remiseros con Cristina". ¿Habría una bajda de bandera por parte del gremio si no iban?
D´Ellia se pasaeba cómodo, mezclado entre los trajeados políticos, llegados desde todos los rincones K del país, que hacían respetuosamente la fila para entrar.
Despúes llegaron más militantes con banderas, y todos los colores del arcoiris del 45´. Definitivamente estaba en un meeting peronista! Habñia llegado sólo faltaba entrar y despúes intentar estar lo más cerca posible del escenario.
De fondo el obelisco observaba el desenfreno kirchnerista bajo el calor de invierno que ambientó el lanzamiento de la Concertación Plural (kirchnerista). Pero lo mejor estaba por empezar...
Adio!
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