El martes se recibió mi cuñado, ahora es un flamante arquitecto. ¡Milagro de Semana Santa!, grité yo (chiste Ale). Felicitaciones y, la verdad, que disfruté hacerte mierda con huevos, harina, esmalte rojo, jabón en polvo, vinagre y un refinado (finoli finoli como diría el gordo de Siesta Tropical) vino tinto Lavaque de dos pesos.
Congrats.
Adio!
Congrats.
Adio!
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