Jorge Lanata ama las cámaras. Quizás esta pasión por exhibirse haya nacido cuando explotó en la TV con su programa periodístico, Día D y sus diferentes versiones. Lo desconozco. Pero lo cierto es que desde que fue echado del aire, el "Gordo" ha logrado seguir siendo una imagen familiar para el espectador.
Es más, su periodismo escrito se ha vuelto pictórico. La necesidad que tiene Lanata para escribir sus investigaciones, con ese tono irónico que lo caracteriza, es directamente proporcional a su manía de mostrarse. La foto que ilustra este post (super kitsch, por cierto) pertenece a una cobertura especial que realizó en Tel Aviv.
Algunos comprenden esto como una "necesidad editorial de Perfil", argumento que podría ser trasladado al viaje de Lanata a Malvinas, en el que también se sacó foto en primera persona y realizó un documental; o a su recorrido por la ruta del "Che" Guevara en sus últimos días, en el que no escribió nada, pero si filmó un audiovisual periodístico. Lanata siempre está presente. ¡¡¡Y siempre lo vemos!!!
Pero yo me fui por las ramas... A lo que iba es que la vida de Lanata se ha convertido en una suerte de documental por propia voluntad. Ahora que saca el diario Crítica de la Argentina, el tipo registra todo en video, para hacer un especial el día antes de salir a la calle y genera bullicio (y viralidad en la web). Lo que no pudo hacer cuando creó Página/12, lo está consiguiendo ahora.
¿Qué cambio? Antes su mente trabaja en caracteres, hoy piensa en imágenes.
Adio!
Algunos comprenden esto como una "necesidad editorial de Perfil", argumento que podría ser trasladado al viaje de Lanata a Malvinas, en el que también se sacó foto en primera persona y realizó un documental; o a su recorrido por la ruta del "Che" Guevara en sus últimos días, en el que no escribió nada, pero si filmó un audiovisual periodístico. Lanata siempre está presente. ¡¡¡Y siempre lo vemos!!!
Pero yo me fui por las ramas... A lo que iba es que la vida de Lanata se ha convertido en una suerte de documental por propia voluntad. Ahora que saca el diario Crítica de la Argentina, el tipo registra todo en video, para hacer un especial el día antes de salir a la calle y genera bullicio (y viralidad en la web). Lo que no pudo hacer cuando creó Página/12, lo está consiguiendo ahora.
¿Qué cambio? Antes su mente trabaja en caracteres, hoy piensa en imágenes.
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