Rosario Lufrano, directora ejecutiva de Canal 7, fue la enviada especial de la televisión pública al operativo "Emannuel", que comenzó como una fiesta y terminó siendo la peor resaca que el Ckirchnerismo pudo imaginar.
Rosario, cara visible del noticiero central, se encargó de imprimirle una tónica bélica a sus crónicas, ensalzando la figura ¿heróica? del ex presidente. Lastima que Kirchner no es un héroe; se la jugó yendo a la selva a "mediar" con las FARC, pero eso no lo transforma en el Rambo que Lufrano quería vender.
El tono de incertidumbre que ponía a sus relatos de la operación desentonaba con la realidad. No corría peligro de muerte, no estaba transmitiendo un guerra, sin embargo, parecía que estaba comunicándose desde un bunker en el medio de la línea de fuego.
La operación fracasó, pero Rosario pudo cumplir su sueño de ser corresponsal de guerra kirchnerista por varios días, y de paso, recibió el año nuevo con su jefe, Néstor, brindando sonriente e imaginando cuál será la próxima misión imposible que tendrá que cubrir.
Adio!
El tono de incertidumbre que ponía a sus relatos de la operación desentonaba con la realidad. No corría peligro de muerte, no estaba transmitiendo un guerra, sin embargo, parecía que estaba comunicándose desde un bunker en el medio de la línea de fuego.
La operación fracasó, pero Rosario pudo cumplir su sueño de ser corresponsal de guerra kirchnerista por varios días, y de paso, recibió el año nuevo con su jefe, Néstor, brindando sonriente e imaginando cuál será la próxima misión imposible que tendrá que cubrir.
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