miércoles, diciembre 26, 2007

Y un día CQC volvió a ser el de antes...

El 2007 que termina fue un año intenso, en todo sentido. Hubo escándalos políticos, elecciones, ganó Mauricio -que es Macri-, ganó Cristina Fernández -que es de Kirchner- y hubo todo ese caldo especial que un año electoral sabe alojar. En el medio, uno de los pocos medios privilegiados en tener contacto con el núcleo íntimo K fue CQC. Pero ser amigo del oficialismo le trajo algunos problemas al programa de la mosca, porque se achanchó.
Reconozco que me fue dificil ver emisiones completas, porque hasta cierto punto (más allá de la suspicaz ironía de sus noteros) era sentarse a ver cuál iba a ser el chiste con el que los políticos saltaban el tema comprometido. Sumado a esto, los dialogos de Mario, Eduardo y Juan, distaron de ser como en otras épocas. Me pareció que el 2007 CQC fue todo muy actuado. Demasiado. Y eso aburrió.
El Proteste Ya y La cadena de favores le dieron matices interesante al periodístico, así como la aparición de notas de interes general, a cargo del nuevo trajeado (no se su nombre). El TopFive, como siempre, impecable. Pero, ¿qué es entonces lo que falla en CQC? "Es la política, estúpido".
Ya no es un programa contra, sino PRO. Y esto no responde a una directriz empresarial, sino -creo yo- a una realidad. K los compró, no los fajó como otros, ni los puso en el lugar del débil, los adosó y entendió que mejor prensa que la de CQC no hay. Macri imitó a K. Y Cristina -¡agarrate!- los va a tener en la órbita de su pollera, bien controlados, como huevos a empollar.
Pero, un día de Navidad, CQC volvió a ser CQC. Volvió a burlarse de todo y de todos. Con sus cuatro noteros como protagonistas, el resumen del 2007 fue un programa bello para ver, con humor inteligente, una puesta en escena irónica y una síntesis de lo mejor.
Ojala la temporada 2008 (que será la N°12) pueda absorver un poco de la tónica de este último programa. Sino, los martes a las 22, prefiero hacerme un te de tilo y mirar como las palomas cagan autos en la avenida. Es un poco más divertido que la ironía ensayada y mal actuada.

Adio!

No hay comentarios.: