Cóccaro viendo a San Lorenzo,un día antes de ir a la Rosada ¿Habrá ido con comitiva para sacarse foto con Ramón y Tinelli?
Cómo en los mejores tiempos de la Pizza con Champagne, una gran comitiva coccarista colmó las instalaciones del Salón Sur para sacarse una foto con el Presidente.
Una hora y media antes del inicio del acto de prorroga de la ley 19.640, las rejas de entrada a la Casa Rosada presentaban un panorama llamativo para los peatones regulares que caminan diariamente por la Plaza de Mayo. Alrededor de cincuenta personas, en su mayoría especialmente llegados desde Tierra del Fuego, copaban ansiosos el ingreso en búsqueda de un lugar en el Salón Sur.
De lejos podía divisarse a la candidata a vicegobernadora por el Frente para la Victoria, Rosana Bertone, acompañada por el Secretario de Gobierno, Gustavo Blanco, el Presidente de Puertos devenido en radical K, Alejandro Vernet, junto al senador Mario Daniele, el intendente de Tolhuin “Millin” Fernández y la legisladora (ahora coccarista) Patricia Pacheco, entre otros.
Detrás de ellos, muchos familiares, amigos, y amigos de familiares, también se aglutinaban en pugna por ingresar a la Rosada para presenciar el acto primero y sacarse una foto con el Presidente, después.
Adentro, personalidades políticas como el ex gobernador José Estabillo y el ex intendente de Río Grande, “Chiquito” Martinez, se abrazaban con la comitiva hasta la llegada de Kirchner. El salón rebalsaba de gente, hasta el punto de que varios tuvieron que observar todo desde el pasillo.
En la zona de prensa, mientras Carlos Muzón transmitía en vivo con un gran equipo que parecía sacado del arcón de los recuerdos, se podía ver a muchos fueguinos camuflados con credenciales de prensa, pero sin ninguna preocupación por parecer uno.
Cuando el acto terminó, mientras Cóccaro y Garramuño se aprestaban a responder las preguntar de la prensa en torno a los anuncios presidenciales y las elecciones, la gran comitiva se revolucionó cuando el Presidente, fiel a su costumbre de romper el protocolo, se mezcló con el público, quebrando la distancia que los separaba.
En la multitud, un ejército de cámaras digitales empezó a apuntar al primer mandatario, mientras éste se trenzaba en un cordial abrazo con cada fueguino que quería una foto para la mesita de luz. Kirchner, muy atento como es su costumbre, abrazo a cada uno de los que quería un souvenir del acto de la prolongación de la ley de promoción industrial; luego se retiró.
Lejos, los periodistas tenían vedado el contacto con el primer mandatario. El ex secretario de medios colacista, Wilmar Caballero, fue arrastrado –según me graficó un colega- cuando, inocentemente, quiso acercarse al presidente, llevando puesta su credencial rosa de prensa. “No le gustan mucho los periodistas”, se jactó una persona de seguridad, mientras invitaba a los presentes a bajar las escaleras en busca de la salida.
Adio!
Una hora y media antes del inicio del acto de prorroga de la ley 19.640, las rejas de entrada a la Casa Rosada presentaban un panorama llamativo para los peatones regulares que caminan diariamente por la Plaza de Mayo. Alrededor de cincuenta personas, en su mayoría especialmente llegados desde Tierra del Fuego, copaban ansiosos el ingreso en búsqueda de un lugar en el Salón Sur.
De lejos podía divisarse a la candidata a vicegobernadora por el Frente para la Victoria, Rosana Bertone, acompañada por el Secretario de Gobierno, Gustavo Blanco, el Presidente de Puertos devenido en radical K, Alejandro Vernet, junto al senador Mario Daniele, el intendente de Tolhuin “Millin” Fernández y la legisladora (ahora coccarista) Patricia Pacheco, entre otros.
Detrás de ellos, muchos familiares, amigos, y amigos de familiares, también se aglutinaban en pugna por ingresar a la Rosada para presenciar el acto primero y sacarse una foto con el Presidente, después.
Adentro, personalidades políticas como el ex gobernador José Estabillo y el ex intendente de Río Grande, “Chiquito” Martinez, se abrazaban con la comitiva hasta la llegada de Kirchner. El salón rebalsaba de gente, hasta el punto de que varios tuvieron que observar todo desde el pasillo.
En la zona de prensa, mientras Carlos Muzón transmitía en vivo con un gran equipo que parecía sacado del arcón de los recuerdos, se podía ver a muchos fueguinos camuflados con credenciales de prensa, pero sin ninguna preocupación por parecer uno.
Cuando el acto terminó, mientras Cóccaro y Garramuño se aprestaban a responder las preguntar de la prensa en torno a los anuncios presidenciales y las elecciones, la gran comitiva se revolucionó cuando el Presidente, fiel a su costumbre de romper el protocolo, se mezcló con el público, quebrando la distancia que los separaba.
En la multitud, un ejército de cámaras digitales empezó a apuntar al primer mandatario, mientras éste se trenzaba en un cordial abrazo con cada fueguino que quería una foto para la mesita de luz. Kirchner, muy atento como es su costumbre, abrazo a cada uno de los que quería un souvenir del acto de la prolongación de la ley de promoción industrial; luego se retiró.
Lejos, los periodistas tenían vedado el contacto con el primer mandatario. El ex secretario de medios colacista, Wilmar Caballero, fue arrastrado –según me graficó un colega- cuando, inocentemente, quiso acercarse al presidente, llevando puesta su credencial rosa de prensa. “No le gustan mucho los periodistas”, se jactó una persona de seguridad, mientras invitaba a los presentes a bajar las escaleras en busca de la salida.
Adio!
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