Eso fue lo que nos dejó mi suegro a todos los que lo queríamos cuando se nos fue, hace ya un año. Es un vacío inllenable, horrible y molestó. Un vacío que nos persigue como una sombra y nos marca todo el tiempo. Un vacío que día a día y minuto a minuto nos dice que ya no estás para que nos riamos juntos. Un vacío que hace que nos enojemos con vos porque te nos fuiste antes, cuando no debías. Es un vacío existencial con el que vamos a tener que aprender a vivir aunque no queramos. Un vacío que nos obliga a llenarlo sólo con lindos recuerdos,que tenemos de sobra y si eso no nos sale, con lágrimas. Hoy los recuerdos no me vienen a la mente, será por el aniversario, sólo queda llorar. Te extrañamos.
Adio!
Adio!