Hace mucho que no me afeito; que para un tipo semi-lampiño como yo no es poco. Siempre envidié a mi mellizo: ¿por qué el heredó la barba y los bigotes de papá y yo no? Más allá de que no nos parecemos en absolutamente nada, por qué no ligamos la misma (y frondosa) capilaridad facial. Pero bueno, les decía, hace mucho que no me afeito. Todos me dicen que lo haga, que parezco un croto, o que aunque sea que me rebaje la barba. Yo no quiero. Por eso, me he propuesto una meta: no afeitarme hasta el otoño. De eso se trata el proyecto barba. Pasar todo el verano que comenzó hace poco sin recortar un sólo pelo de mi cara. ¿Podré?
Adio!
4 comentarios:
imposible q lo hagas
feliz año, nene
feliz año !!!!
Post nefasto.
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