martes, agosto 04, 2009

De putas viejas y formas de periodismo

Prostitutas de la edad de tu mamá y la mía. O, si sos adolescente, que cuentan tantas primaveras como tu abuela. De eso quiero hablar. Y lo hago con el pretexto de hablar de dos tipos de periodismo: un periodismo bueno, que juega al límite pero bien, con respeto, contando historias; y otro, el periodismo hijo de puta, al que todos clasifican bajo el rótulo "basura", el desechable. El objeto es el mismo: mujeres grandes que se prostituyen para sobrevivir.

Mariana Carbajal relata en una columna de opinión en Página/12 el drama de Lucía, víctima de la vida que no la ayudó y también del periodismo basura. Dice Mariana:
"Una notera del programa 70.20.10, que conduce Chiche Gelblung por Canal 13, insensible ante el drama ajeno, grabó su testimonio sin que ella supiera, después de negarle que la cámara estuviera prendida y le desnudó obscenamente el alma y las miserias ante miles de televidentes. Lucía tiene 77 años y hace seis se encuentra en situación de prostitución empujada por una condición económica precaria: cobra una pensión por vejez que no le alcanza para comprar los medicamentos que le exigen los achaques de la edad y para pagar la habitación de dos por dos y un baño que alquila en un sencillo hotel porteño" (...) Su familia, sus hijos, sus nietos, no sabían que ella se encontraba en situación de prostitución. Nunca se atrevió a contarles, para protegerlos. Después de la emisión del programa, no la han llamado ni la han ido a ver. Ella está tan avergonzada que no quiere hablarles".
Ubicado en las antípodas del papelón de 70.20.10, está la nota de Gastón Rodríguez, en Miradas al Sur, titulada "Memorias de tres viejas putas porteñas", una exquisita crónica que en uno de sus párrafos dice:
"Para las estadísticas no existen. Fantasmas mudos que deambulan sin norte. Quizás por la desesperanza de saberse punto en una zona impunemente dominada por travestis. Están mal vestidas, mal pintadas pero sobre todo mal vividas. Apaleadas por los años y los disgustos, siguen rifando sus deteriorados cuerpos al mejor, o peor, postor. Viejas prostitutas luchando descarnadamente contra el tiempo, pidiendo al santo menos sordo que el próximo cliente sea lo suficientemente gentil como para no burlarse de la faja o de la ausencia de molares".
En fin, son dos maneras de hablar de la misma cosa, quizás los formatos (la tele y la gráfica) empujen a trabajar de manera distinta, pero nada justifica la mentira gelbluneana.

Eso me hace recordar una anécdota: una vez unos amigos estaban haciéndole una nota a una persona en radio Mitre cuando de repente, aparece Chiche, que lee en el micrófono que dice Perfil.com. Ahí nomás se acerca al entrevistado y, trayendo a colación su enojo con otra publicación de la editorial, le dice: 'Tené cuidado que estos te van a cagar', y se va.

Después del episodio de Lucía y a raíz del caso Gelblung, entiendo mejor la definición de cinismo y la de periodismo basura. Por suerte, también hay notas como la de Gastón Rodríguez.

Adio!

3 comentarios:

martu dijo...

ni bien leí la nota me sentí tan mal qe traté de reproducirla por todos lados para que todos se enteren de lo que "dejamos" que pase.

¿Acaso no tendríamos que estar asegurándonos que a esa estúpida la hechen? o Escrachando a Chiche de una buena vez?

impecable lo de gaston rodriguez ...

Bruno Bimbi dijo...

Estaba por escribir "qué hijo de puta" y justo ahí me di cuenta de lo injusto que sería usar esa expresión.

Eduardo F Lerke. dijo...

Por que sera que cuando no hay temas
se las agarran con las chicas de la vida sin reconocerles la función social y el hecho de que quizás es el oficio mas antiguo de la humanidad.
Muy bueno lo de Gastón Rodríguez
palabra por palabra podes hacerte una imagen..
Abrazo.