lunes, marzo 30, 2009

Pepe Eliaschev habla de su pito

"Alguna tarde, Julio me invita a que nos la midamos. Queremos saber cómo la tenemos de larga, de grande, si mayor o menor que la del otro. La ceremonia se consuma con seriedad académica, sin risotadas ni descalificaciones. Julio debe tener quince y yo once. Nos la medimos poniéndolas una al lado de la otra. No hay malicia, tampoco placer, aunque debe haber un oculto goce por tener eso entre las piernas. A mí todavía la tormenta no se ha acercado, pero presumo que tras las lánguidas tardes en las que se desvanece la infancia, se ocultan, plegadas en las sombras más enigmáticas, las tempestades adolescentes. Es un aire perfumado, que envuelve aventuras posibles y romances inauditos, porque hay sexo antes del sexo, hay sospecha, posibilidad, conjetura, cálculos, arrasadores misterios".

*Fragmento de "Me lo tenía merecido. Una memoria. Pepe Eliaschev"

Adio!

1 comentario:

Lic. Baleno dijo...

un asco.