Mi planta sin nombre

Hace unos días, con mi mamá nos fuimos de compras al vivero Faitful (Puerreydón 646) a buscar algunos destellos verdes para decorar el departamento. Mi vieja, al mejor estilo LaVolpeano siempre me habla del Feng Shui en torno a la decoración, en el que las reglas -principios, postulados, no se llámenlos como quieran- marcan que frente a un espejo siempre debe haber una planta, por una cuestión de "energía". Como en el living hay un super-espejo, la idea era encontrar su némesis botánica, para que contrapongan figuras en una lucha por la vibra fenshuística.
La cuestión es que mi mamá consiguió su árbol de interiores y yo, revisando lo verdolaga, me enamoré de una palmerita y la compre para ir -de paso- llenando el balcón de mi habitación con un poco de vida.
Pero... mi Dracanea Marginata (así es su denominación técnica) aún no tiene nombre. Mi hermano la bautizó -recurriendo a un rapto pascaliano de inspiración- "Helechin" (como un diminutivo de helecho); pero me negué a que mi compañera de room sea llamada como una parte del decorado de una programa de TV por cable.
Por eso, si alguien tiene ideas, sugerencias y demás de cómo se podría llamar mi palmera, les pido las manden al blog, vía mail o twitter. Así como los niños votan en el Zoo cuando llega un nuevo animalito, que mi planta sin nombre sea la protagonista de este bizarro pedido.

Adio!