(Del lat. tardío paganismus).
1. m. Religión de los gentiles o paganos.
2. m. Conjunto de los gentiles.
(Fuente RAE)
"El fútbol es el opio de los pueblos", dice una frase, vieja y gastada, pero siempre vigente. En Argentina, se respira, transpira y vive el fútbol de una manera capilar, que eriza la piel. Sin dudas, el fútbol es el deporte Rey, un religión. Así como en la jerarquía eclesiástica sólo algunos elegidos eran interpretes loables de la religión, en el fútbol hay un grupo de elite de periodistas deportivos, dignos exegetas de la Nº5.
Entre ellos, está Horacio Pagani, un raras avis de la profesión, amado y detestado en partes iguales, que no tiene pelos en la lengua a la hora de dar su palabra. Pagani (de voz ronca, aspecto de ogro y ojeras de noches de whisky, charla y cigarrillo) desentona en un programa tan mesurado como Estudio Fútbol, pero desde que llegó, el ciclo tiene una cuota de imprevisivilidad que lo hace atractivo, aún para los que no aman ese tipo de ciclos.
Es capaz de defender lo indefendible y de criticar lo incriticable con el único propósito de rabiar y llevar la contra, porque en la cosmovisión Pagani no existe el tenes razón; sólo hay espacio para el "Seamos Buenos", muletilla solemnizadora que acompaña sus argumentos fuertes. Además, como buen tano, Horacio levanta temperatura fácil y, en cuestión de segundos, pasa de "la paz de John Lennon" a "la ira del Gordo Samid trompeando a Mauro Viale".
Por toda estas razones y particularidades, Horacio Pagani es hoy el fiel escriba e interprete del Fútbol que le gusta a la gente, como se titula su último libro. Por eso, no es extraño que el "Paganismo", esta pseudo religión futbolera que aglutina a todos los seguidores del defensor de Juan Román Riquelme y los adoradores del"Coco" Alfio Basile, tenga su espacio en la web: Seamos Buenos. Como los autores la definen, es "la página que le gusta a la gente" y allí quien quiera puede subir su frase paganística (real o con el estilo acorde) para el pleno disfrute y engorde del culto al periodista. Aquí algunas muy buenas:
Entre ellos, está Horacio Pagani, un raras avis de la profesión, amado y detestado en partes iguales, que no tiene pelos en la lengua a la hora de dar su palabra. Pagani (de voz ronca, aspecto de ogro y ojeras de noches de whisky, charla y cigarrillo) desentona en un programa tan mesurado como Estudio Fútbol, pero desde que llegó, el ciclo tiene una cuota de imprevisivilidad que lo hace atractivo, aún para los que no aman ese tipo de ciclos.
Es capaz de defender lo indefendible y de criticar lo incriticable con el único propósito de rabiar y llevar la contra, porque en la cosmovisión Pagani no existe el tenes razón; sólo hay espacio para el "Seamos Buenos", muletilla solemnizadora que acompaña sus argumentos fuertes. Además, como buen tano, Horacio levanta temperatura fácil y, en cuestión de segundos, pasa de "la paz de John Lennon" a "la ira del Gordo Samid trompeando a Mauro Viale".
Por toda estas razones y particularidades, Horacio Pagani es hoy el fiel escriba e interprete del Fútbol que le gusta a la gente, como se titula su último libro. Por eso, no es extraño que el "Paganismo", esta pseudo religión futbolera que aglutina a todos los seguidores del defensor de Juan Román Riquelme y los adoradores del"Coco" Alfio Basile, tenga su espacio en la web: Seamos Buenos. Como los autores la definen, es "la página que le gusta a la gente" y allí quien quiera puede subir su frase paganística (real o con el estilo acorde) para el pleno disfrute y engorde del culto al periodista. Aquí algunas muy buenas:
Adio!
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