lunes, septiembre 06, 2010

"Las licencias de radio y televisión son las joyas de la corona"

Interesante entrevista que en Página le hace a Denis De Moraes, un investigador brasileño que aborda temas de comunicación, cultura y tecnología. Acá les dejo algunos fragmentos que me gustaron.

"Me parece que el papel del Estado no debe anular la iniciativa privada, no se trata de instituir dictaduras estatales que impidan la existencia de otras visiones de mundo.

–¿Por qué hace esa aclaración?

–Cuando defendemos el pluralismo, tiene que valer para ambos lados. El otro mundo y la otra comunicación que deseo vivir incluye otras miradas sobre la vida social, cultural, económica y política. El problema es que la dramática concentración de los medios y las industrias culturales constituye un obstáculo, una barrera para la emergencia de otras voces en la arena social. (...)

–En su libro Mutaciones de lo visible, usted mencionaba que hay que “ganar la batalla de los flujos informativos”. ¿Cree que estas posibilidades para la producción y circulación de contenidos alternativos se ven desde el discurso hegemónico en términos de amenaza?

–No creo que la palabra correcta sea amenaza, pero hay una preocupación creciente en los grandes medios. No me parece que sea una amenaza peligrosa, en el sentido de que pueda acontecer algo que cambie todo, porque la lógica mercantil de las industrias culturales tiene una fuerza de sustentación muy grande. El control de las actividades culturales y comunicacionales por parte de las grandes empresas no me parece que vaya a ser avasallado por la comunicación digital contrahegemónica, alternativa, comunitaria. Pero sí me parece que existe la posibilidad de un crecimiento de estas nuevas formas de expresión, interacción e intercambios, que van a convivir con la hegemonía de los medios. Eso me parece una gran novedad. En décadas pasadas, la comunicación alternativa –no digital sino impresa– era un tipo de comunicación sedimentada, dirigida a militantes, a personas con mayor conciencia, a grupos organizados. Se abren posibilidades para prácticamente todos los sectores de la vida social, incluyendo otras formas de organización, participación y construcción.

–Sin embargo, las industrias culturales siguen fijando la agenda de temas, instalando las principales preocupaciones de la sociedad.

–Claro que siguen marcando, por eso no me parece que la palabra correcta sea amenaza. (...)

–Usted mencionó el caso de otros países de América latina, ¿cómo ve lo que está sucediendo en la Argentina en relación con el sector comunicacional?

–Creo que la nueva Ley de Servicios Audiovisuales de Argentina debe ser un orgullo para todos los argentinos y para todos los latinoamericanos. Esta legislación –yo conozco todas las que están en vigencia en Latinoamérica– es la más avanzada del continente. Tiene una noción muy clara de los tres sectores que deben actuar en el campo de los sistemas de comunicación: el campo público, el campo privado comercial y el campo social. Este equilibrio entre los tres sectores es una cosa revolucionaria, porque siempre los sistemas de comunicación –no sólo de Argentina, sino de todos los países latinoamericanos– se caracterizaron por un desequilibrio brutal que ha favorecido históricamente el sector comercial de los medios. Es un avance con consecuencias de largo plazo. (...)

–Las presiones sobre la ley de medios argentina son similares a las presiones que hay en Venezuela, Bolivia y Ecuador. En todas partes, los grupos mediáticos están desarrollando violentas campañas en contra de las transformaciones, de los cambios en los marcos legales y en las leyes, es decir, de las normas que regulan la radiodifusión. Las licencias de radio y televisión son “las joyas de la corona” de los grupos mediáticos. Entonces esas campañas tienen como centro de su argumentación el hecho de que la libertad de expresión está siendo agredida, violentada, por las nuevas regulaciones. Es un argumento falso que oculta lo que siempre ha sido ocultado por los grupos de medios. Los grupos de medios latinoamericanos se consideran fuera de cualquier tipo de control, sobre todo, del control público democrático.

–¿Por qué cree que se instaló ese imaginario de la libertad de expresión, en América latina?

–Tiene que ver con la idea mistificadora de que los medios representan la voluntad general y, por lo tanto, son la esfera que tiene condiciones de producir una especie de síntesis de las aspiraciones sociales y colectivas. Entonces, si tienen calificación para ser la esfera de síntesis de lo social, no hay necesidad de ninguna sumisión a reglamentos, normas, leyes. Porque son una instancia que tiene relación directa con el pueblo, con los deseos de las sociedades. Claro que todo eso es una estrategia argumentativa para ocultar las formas de dominio y hegemonía en la formación de mentalidades y del imaginario social".

Link: "En Latinoamérica, otra comunicación es posible" (Página/12)

Adio!

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