El jueves escribí una reseña gastronómica para el blog de mi amiga Verónica Wiñazki "Muy buen provecho". Fue polémico, hubo comentarios muy chistosos en defensa a la década del 90' como la mejor de la historia, y cumplió su objetivo: hacer quilombo entre los lectores. Acá les pego dos parrafitos, a modo de entrada, para que degusten mi reseña de la parrilla "El Corralón".
Ir a comer a “El Corralón” es volver a otra época. En tiempos de comida gourmet, minimalismo hasta en el bife de chorizo con fritas y ensaladas de diseño, esta parrilla emplazada en la intersección de Anchorena y Córdoba, plantea un regreso al menemismo gastronómico.¿Puede haber algo bueno en una década que destruyó la economía, sumió al país en la pobreza, e hipotecó un país a la ficción del 1 a 1? Sí, hubo algo: la comida y el ritual de comer afuera milanesas a caballo, costillitas a la riojana, pastas caseras y asado en cantidades industriales, por poner algunos ejemplos. Nada de cordero al palo, ni gigot, con vinos caros.
Adio!
1 comentario:
Y teníamos un enamoramiento por lo mexicano, tomábamos tequila, en cualquier lugar servían fajitas y viajábamos a CanCun.
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