Interesante entrevista le hacen en Crítica al experto en telecomunicaciones, Henoch Aguiar, ex secretario de Comunicaciones del gobierno de la Alianza y titular de una de las cátedras de Derecho a la Información en la facu de Sociales de UBA. A continuación subo unos fragmentos:
“En la era industrial bastaba leer el diario y ya era suficiente para estar informado. En ese sentido era muy igualador porque el diario que leía el intelectual, el ministro o el empresario era el mismo que leía cualquier otro ciudadano porque la puerta de acceso a la información era una sola. Hoy en día esto ya no es así. La explosión del conocimiento ha llevado a un proceso de infinita especialización y diversidad”.
–¿Eso significa una condena para los diarios actuales?
–El diario debe ser cada vez más un ordenador de los fragmentos propios de la explosión del conocimiento. Todavía esa mirada universal es una fortaleza de los diarios. Pero deben saber que el paradigma de la información general ya no existe. El conocimiento circula desde las particularidades y en forma de red. Los diarios tienen que ordenar ese movimiento para ser partícipes activos de la sociedad del conocimiento.
–Nunca se asoció la producción de conocimiento a los medios masivos…
–No. La principal usina de conocimiento es la universidad. En los últimos años se ha multiplicado por seis la cantidad de estudiantes universitarios en todo el mundo. Y la Argentina tiene aún una gran reserva educativa. Nuestro país puede crecer en la sociedad del conocimiento, porque tiene lo más difícil de obtener, que es un sistema cultural proclive a ello.
–Al observar los contenidos de los medios no se aprecia que haya en el público una avidez por el conocimiento.
–Están pasando muchas otras cosas por fuera de los medios tradicionales, y por dentro de los nuevos medios. El conocimiento circula en red y por eso las nuevas tecnologías son las que hay que desarrollar para que ese conocimiento circule mejor.
Adio!
“En la era industrial bastaba leer el diario y ya era suficiente para estar informado. En ese sentido era muy igualador porque el diario que leía el intelectual, el ministro o el empresario era el mismo que leía cualquier otro ciudadano porque la puerta de acceso a la información era una sola. Hoy en día esto ya no es así. La explosión del conocimiento ha llevado a un proceso de infinita especialización y diversidad”.
–¿Eso significa una condena para los diarios actuales?
–El diario debe ser cada vez más un ordenador de los fragmentos propios de la explosión del conocimiento. Todavía esa mirada universal es una fortaleza de los diarios. Pero deben saber que el paradigma de la información general ya no existe. El conocimiento circula desde las particularidades y en forma de red. Los diarios tienen que ordenar ese movimiento para ser partícipes activos de la sociedad del conocimiento.
–Nunca se asoció la producción de conocimiento a los medios masivos…
–No. La principal usina de conocimiento es la universidad. En los últimos años se ha multiplicado por seis la cantidad de estudiantes universitarios en todo el mundo. Y la Argentina tiene aún una gran reserva educativa. Nuestro país puede crecer en la sociedad del conocimiento, porque tiene lo más difícil de obtener, que es un sistema cultural proclive a ello.
–Al observar los contenidos de los medios no se aprecia que haya en el público una avidez por el conocimiento.
–Están pasando muchas otras cosas por fuera de los medios tradicionales, y por dentro de los nuevos medios. El conocimiento circula en red y por eso las nuevas tecnologías son las que hay que desarrollar para que ese conocimiento circule mejor.
Adio!
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