BOLUDO. adj. Arg. y Ur. Dicho de una persona:
que tiene pocas luces o que obra como tal.
que tiene pocas luces o que obra como tal.
Desde el 28 de junio hasta hoy, existe la idea de que Néstor Kirchner es un boludo total. El mayor cerebro político de los últimos años empezó a recibir a diestra y siniestra desde que perdió. De Narváez demostró que no era invulnerable, sin embargo, a partir de la publicación del libro de Luis Majul, El Dueño, cuyo primer capítulo se titula "La venganza del boludo", en referencia a otro libro (nunca publicado) de Eduardo Chiquito Arnold, ex vicegobernador de Kirchner en Santa Cruz. "Era muy boludo", repitió Chiquito ayer al programa de mis amigos Juan Cruz Sanz, Fero Soriano y Nacho Zaccagnino.
Ante tanto achaque al ex presidente, nobleza obliga, hay que recordar que ese boludo, descabezó la Corte menemista, bajó los cuadros de represores asesinos de la ESMA, derogó los indultos, llevó Justicia a quienes no la tenían y, es necesario reconocerlo, impulsó una serie de medidas que otros sólo habían prometido. Es cierto que lo hizo fiel a su estilo, soberbio (aunque no tanto como CFK), sin diálogo, pasando por arriba a los demás, con funcionarios sospechados por corrupción. Hay que decirlo: ya no es el que era allá por 2003, un tipo distinto, hoy es más de lo mismo. Pero aún con eso, este boludo hizo cosas buenas, cosas que muchos iluminados no han hecho.
No comulgo con él, pero respeto su trayectoria. No cualquier boludo llega dónde llegó. Citando al filósofo político contemporáneo Felipe Solá: "Para crecer en política, a veces hay que saber hacerse el boludo". Según esta máxima, sin dudas, NK es uno de los mejores.
Adio!
Quieras o no
Duración 3:00 min.
FM Identidad 92.1
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Ante tanto achaque al ex presidente, nobleza obliga, hay que recordar que ese boludo, descabezó la Corte menemista, bajó los cuadros de represores asesinos de la ESMA, derogó los indultos, llevó Justicia a quienes no la tenían y, es necesario reconocerlo, impulsó una serie de medidas que otros sólo habían prometido. Es cierto que lo hizo fiel a su estilo, soberbio (aunque no tanto como CFK), sin diálogo, pasando por arriba a los demás, con funcionarios sospechados por corrupción. Hay que decirlo: ya no es el que era allá por 2003, un tipo distinto, hoy es más de lo mismo. Pero aún con eso, este boludo hizo cosas buenas, cosas que muchos iluminados no han hecho.
No comulgo con él, pero respeto su trayectoria. No cualquier boludo llega dónde llegó. Citando al filósofo político contemporáneo Felipe Solá: "Para crecer en política, a veces hay que saber hacerse el boludo". Según esta máxima, sin dudas, NK es uno de los mejores.
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