jueves, julio 21, 2005

Hoy: gris

Pequeños textos reincidentes

Liliana Porter. La línea, 2004.

La sensación de esta atrapado en el presente asfixia. Es como tener una bolsa de platico atada a la cabeza las 24 horas del día, sintiendo como se opaca con la respiración, choca con tu cara, pero no te mata. El aire sigue fluyendo y el insaboro transparente por mas pegado a la boca, no mata. Es como el título del libro de Pettinato: "Entre la nada y la eternidad", pero no como un chiste, sino como un pesar.
Todos los días estamos atrapados entre esas dos dimensiones, entre la nada y la eternidad, aunque suene un poco maniqueo. Dos caras inabarcables del devenir que confluyen en el presente. Por más que uno intente nunca va a estar en la nada, ni en la eternidad, pero siempre va a estar en el medio, en la grisasea acción de vivir que nos toca por el sólo hecho de haber nacido, inclusive en contra de nuestra voluntad. ¿No les parece?
Pero este es un dilema -irresoluble como todos- que se olvida, se tramita y parece que no esta, aunque a veces sale sin querer y revuelve todo para nada. Porque seguis en el medio de eso, eso que no sabes.

Adio!

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