domingo, septiembre 01, 2013

Los huevos de De Narváez

¿Será un mensaje encubierto para Hugo Moyano en medio de tantas internas?


Adio!

jueves, agosto 29, 2013

Enojos y aciertos... 1439 días después

Peñafort hoy en la audiencia por la Ley de Medios en la Corte. (InfoNews)

A fines de septiembre de 2009, cuando trabajaba en Perfil.com, seguía con atención las audiencias por la Ley de Servicios de Comunicación Audivisual. En una de las tantas reuniones, exponía el entonces interventor del COMFER Gabriel Mariotto, hoy vicegobernador bonaerense, que respondía las preguntas -jodidas, algunas- de la oposición. Cada vez que Mariotto titubeaba, detrás suyo, una mujer le soplaba la respuesta sólida a cada duda de la oposición. Cuando la vi me dije: ¿Quién es esa mujer que conoce mejor la ley que el tipo que era la cara visible de la misma? Esa mujer era Graciana Peñafort Colombi, especialista en asuntos legales vinculados con los medios de comunicación.

Me propuse entonces escribir una nota sobre ella. Hice archivo sobre su trayectoria y me cansé de llamarla para tener una entrevista con ella. Por esas cosas del destino, nunca me respondió y me patearon para adelante cada vez que llamé a su oficina. Sí encontré videos en los que hablaba largo y tendido de la ley de medios y también denuncias en su contra.


Peñafort el día que Mariotto se quedó sin respuestas y ella lo auxilió (Perfil.com).

Con todo ese material escribí una nota que se tituló: "Quién es la mujer que resuelve las dudas de Mariotto". Allí, con el material que tenía disponible, armé una suerte de perfil de esa funcionaria que había captado toda mi atención por su conocimiento de la norma. Indagué en dos denuncias que habían hecho en su contra y verifiqué que eran, a mi entender, falsas y muy flojas de papeles.

La primera decía que Peñafort Colombi "carecía de título y matrícula habilitante" para ejercer su cargo. FALSO. ¿Que escribí? Lo siguiente: "Peñafort Colombi figura en el registro del Colegio de Abogados con su matrícula habilitada, según consta en un acta del 12 de diciembre pasado".

La segunda afirmaba que Graciana no estaba designada por decreto en el cargo. FALSO TAMBIÉN. Escribí lo siguiente: "El decreto 1949/08 la designa 'transitoriamente' a partir del 28 de abril de 2008 como Directora de Asuntos Legales y Normativa del COMFER, bajo la categoría de Nivel A, Grado 0, Función ejecutiva 1, cuya remuneración es de 16.600 pesos".

En esa nota, también explicó que -en mi opinión- la funcionaria -coautora de la ley- era (y sigue siendo) la persona que mejor conoce la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Hoy, después de un distanciamiento del ex COMFER -ahora llamado AFSCA- Graciana Peñafort Colombi sigue prestando funciones en el organismo y fue la gran figura del día en las audiencias en la Corte Suprema de la Nación. Por esa razón, la nota que publiqué hace 1439 días -SÍ 1439 DÍAS, ES DECIR 3 AÑOS, 10 MESES Y 30 DÍAS- volvió a circular por las redes sociales.

En Twitter, el periodista Gerardo Fernández (@GerarFernandez), reconocido bloguero y conductor de "El Vermucito" por Radio Cooperativa, y un ex profesor mío en la UBA, Santiago Marino (@Santiagomarino), docente e investigador de Políticas de Comunicación, me recordaron la nota.

Fernández dijo que tenía "mala leche" y me preguntó si le había pedido "perdón" a la funcionaria.
Santiago, que en su momento dijo que esa publicación era una "opereta" contra Graciana, aseguró: "Y hablando de perfil de #LaJugadoraDelDía que ingrata sorpresa saber que @payitoweb era el autor de aquello de "la mujer detrás de Mariotto". Le acoté que él ya sabía que yo había escrito esa nota. A lo que contestó: "Gracias por la corrección @payitoweb ya lo sabía, fue una lamentable sorpresa recordarlo. Aquello, de Perfil tenía el nombre del diario nomás". Y me achacó un textual de una fuente del COMFER como si fuera una opinión mía. En fin...
Ahora, todos los medios oficialistas hablan de cuánto sabe Graciana Peñafort Colombi, 1439 días después de la nota en la que yo, desde Perfil.com, remarcaba que era la que mejor conocía la ley, inclusive más que Mariotto.

¿Hubiera quedado mejor la nota si hubiese podido hablar con ella? Obvio que sí, pero ella no quiso o en su despacho no le dijeron que había un pibe que la buscaba para una nota. Son las reglas de la profesión, algunos quieren hablar, otros no. Me interesaba conocer su trayectoria, saber más de su vida, y tener su descargo ante las denuncias, que yo mismo desmentí, con argumentos y papeles, en el cuerpo del texto.

Todo, 1.439 días después de que dije que la mujer que hoy se convirtió en el centro de las miradas era la que mejor conocía la Ley de Medios. Parece que no me equivoqué, más allá de sus enojos en 140 caracteres.


Adio!


martes, junio 04, 2013

Vuelve The Newsroom

 

Adio!

miércoles, mayo 29, 2013

Lanata, en 1994, hablando del "argentino" con el NY Times


Haciendo un poco de archivo encontré a Jorge Lanata hablando del día en que a Maradona le cortaron las piernas en el mundial de 1994. 

Es interesante y hasta muy vigente leer lo que decía el periodista entonces para el New York Times sobre el "ser argentino" y cómo trasladó una cuestión futbolística al terreno de la idiosincracia local. Acá sus palabras:

"The theme of a plot is very Argentine because it excuses your own guilt", said Jorge Lanata, a columnist for the daily newspaper Pagina 12. "If Argentines confront reality, they have to face the fact that they are responsible for what is happening. It is much easier to place the blame on others. If there was a conspiracy, then we are not responsible for anything. It is a typical symptom of the Argentine sickness. All the world is conspiring against 30 million Argentines. That is crazy."

Adio! 

viernes, mayo 17, 2013

La prima de mamá descansa en paz

Silvia, la prima de mamá, al final, con un suéter verde y lunares blancos.

Cuando escuchó la noticia, a mamá se le dibujó una sonrisa, se le puso la piel de gallina y se emocionó. Se acordó de su prima, Silvia. ¿Cómo no hacerlo? Los titulares de todos los canales de televisión anunciaban: "Murió Jorge Rafael Videla". Y ella, mientras tomaba maté, se tuvo que prender un Jockey suave corto por los nervios. Fue un reflejo. Ese tipo, que había sido el cerebro de la desaparición de su prima (y otras 30 mil personas), estaba, después de tanto tiempo, muerto. Muerto al fin.

Mamá siempre me contó el último recuerdo que tenía de su prima. Le quedó grabado en la retina de por vida. Ya lo conté una vez en ese blog, pero lo retomo. Ella estaba en el aeropuerto, donde trabajaba. Le entregó los pasajes a Silvia y su marido, Juan Carlos Mora, al que todos le decían "El chino". Viajaban a La Plata, donde estudiaban. La abrazó fuerte, le deseó lo mejor, La abrazó sin saber -quizás- que su prima estaba embarazada. Y nunca más la volvió a ver. 

El 1 de diciembre, Silvia fue secuestrada y desaparecida. Su bebé nunca apareció, como tanto otros bebés. Ese chiquito que nació cuando ella estaba privada de su libertad. De nuevo, como tantos otros bebés. 

Hace un rato veíamos tele. Pasaban la noticia, como casi todo el día. Mamá la vio y dijo: "Hijo de puta, mi prima hacía seis meses vivía en La Plata". 

En 2009, los restos de Silvia aparecieron en una fosa común de Avellaneda, con otros 400 cadáveres. Ahí mamá, pudo cerrar un poquito esa herida que le quedó de la dictadura. Hoy, cicatrizó más, cuando el genocida dejó de respirar, en una celda común de la cárcel de Marcos Paz. Condenado, como debía ser por la democracia, primero por el gobierno de Raúl Alfonsín, al que mamá votó, y después por el de Néstor Kirchner, al que mamá no votó. 

La prima de mamá descansa en paz, el tipo que la mandó a matar está muerto. En cambio ella siempre va a vivir en el recuerdo de los suyos, de mi mamá, en su retina. Para siempre. 

Adio!


sábado, marzo 16, 2013

El periodista que mejor conoce al Papa

(Fuente: Víctor Sokolowicz, diario Clarín) 

Desde el miércoles, no puede caminar tranquilo en las calles del Vaticano. Los periodistas que llegaron para cubrir la elección del Papa lo siguen (y algunos persiguen). Le llegan llamados de todo el mundo y saturan su teléfono. Ni hablar de su casilla de mails: colapsa. Le escriben desde el New York Times y la CNN hasta la BCC y Le Figaró. Todos quieren entrevistarlo. Así es un día actual en la vida de Sergio Rubin, el periodista que mejor conoce al papa Francisco y coautor, junto a la italiana Francesca Ambrogetti, de su única biografía oficial. 

“En la plaza cuando lo anunciaron fue una sorpresa enorme”, cuenta desde Roma a Clarín. “A partir de allí, estoy sobrepasado, enloquecido, supongo que Francesca también, pero yo aquí en el Vaticano”, explica Rubin, que ha dedicado gran parte de su vida periodística a cubrir temas religiosos.


Adio!

lunes, marzo 11, 2013

Un hora en el banco

sábado, marzo 09, 2013

El titulo más obvio, ¿el mejor?

A veces el título más obvio no es el mejor, sino el más repetido. Pasó hoy en tres diarios argentinos. 




Adio!

jueves, enero 31, 2013

McNoticia


A veces no hace falta comentar nada. 

Adio!

miércoles, enero 23, 2013

El argentino, según Jaime Bayly


"Todo argentino es un entrenador de la selección de fútbol de su país ( y si lo dejan, de la de España también). Todo argentino es presidente de su país (y si lo dejan, dictador de Cuba también). Todo argentino tiene un plan perfecto para que Estados Unidos salga de la crisis (y si lo dejan, para que el mundo entero salga de la crisis, o al menos Occidente, pero quizás si le hablas de África no la tiene tan clara). Todo argentino es un profeta, un visionario, un iluminado. Todo argentino sabe. Sabe todo, sabe más que nadie, sabe más que vos y que cualquier boludo del orto. Todo argentino está de vuelta. Todo argentino tiene respuesta para cualquier pregunta, incluso si no entiende la pregunta y si al responder ni él mismo entiende lo que está diciendo. Pero responde, opina, se la juega, arma el equipo, ordena al país, gobierna el mundo, ganas las guerras, divide los buenos de los malos, a los decentes de los chantas. Y habla y habla y habla y no para de hablar. Y no importa ya si lo que dice tiene sentido alguno (porque bien pronto uno advierte que todo carece de sentido y que el embrujo de la Argentina es que nadie tiene sentido racionalmente y, sin embargo, todo es fascinante y hechicero y es allí donde quieres quedarte), lo que importa es que el argentino habla y no para de hablar, y tiene opiniones de todo y sobre todo, y además opiniones enfáticas, terminantes, opiniones en las que en dos minutos pone al mundo en orden, aunque luego llega a su casa y es el caos, y la mujer lo manda al carajo y solo entonces se calle el argentino deslenguado. Pero en la calle no se calla: en los taxis, en los cafés, en las barras de los bares, en los colectivos, en ciertas esquinas del centro, el argentino habla y habla y siempre está dispuesto a hablar, a tomar partido, a encenderse, a ponerse bilioso, agresivo, pasional, italiano, exasperado, a gritar y a discutir con nadie, porque muchos hablan sin que nadie siquiera los escuche, pero es eso lo que me fascina del argentino: que no para de hablar y tiene una opinión concluyente y arbitraria sobre todo lo divino y lo humano y nada lo hace más feliz, sea rico o pobre, macho o puto, vago o más vago, que sentarse en un lugar cualquiera de la ciudad, pedir empanadas, pizza, vino, sangría, cerveza, pero sobre todo masas y pastas, y ponerse a hablar sobre cualquier cosa y pasarse horas hablando y hablando y sentenciando y resolviendo y deshaciendo entuertos y dándole un sentido al caos del mundo con el caos verbal que lo envuelve, a él y a todos los argentinos, en una suerte de gran torre de Babel donde todos hablan el mismo idioma y, sin embargo, nadie se entiende, nadie puede entenderse, porque cada uno se siente dueño absoluto de la razón, y entonces el argentino es por definición un hablador, un predicador, un charlatán, un mitómano, un embustero y, ante todo, un enemigo del silencio y de la conciliación, porque si bien todo argentino está dispuesto a hablar aunque nadie lo escuche, siempre prefiere discutir con otro y, si es posible, a los gritos, para luego irse, para luego irse a los golpes, y enseguida casa uno consigue una pandilla de vándalos ambulantes y entre todos cortan una calle y sen enzarzan en una feroz riña callejera por algún asunto (generalmente una pasión que tiene que ver con fútbol, con la política o con el orgullo), y entonces el argentino, ya liado a golpe contra otro argentino sin recordar bien por qué, revela que posee algo que no tenemos los demás sudamericanos: una fe ciega en sus opiniones (aún si no sabe lo que va a decir y debe improvisar en el camino) y el coraje para morir defendiendo tales opiniones en una batahola callejera o pisoteado por un caballo de la policía que luego defecará sobre su cadaver".

Extraído de Morirás mañana, ed. Alfaguara, 2012. 

Adio!