Ir al banco es una experiencia antropológica.
— Pablo Javier Blanco (@payitoweb) 11 de marzo de 2013
Una señora con permanente, joroba, bastón y el color de pelo del bambino Veira, empezó a gritarle a una azafata...
— Pablo Javier Blanco (@payitoweb) 11 de marzo de 2013
La chica del banco el explicaba que su pago lo tenía que hacer por buzón. Ella, al toque gritó: "No quieroooo, soy grande, pago por caja".
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"¡Quiero hablar con el gerente!", gritaba la viejita, que tenía las cejas tatuadas. Le faltaba revolear el bastón.
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Después otro viejo, unos 79 años, me miraba y puteaba al banco al aire.
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En medio de todo, por la ventana, un paseador de perros ata a dos pichichos, se va y al toque los canes empiezan a montarse.
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Con otra en la fila nos empezamos a reír, porque se le montaba hasta la nuca, se lo notaba caliente al perro.
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En eso, entra uno a la caja, se escuchan puteadas al aire, "hijos de puta", dice. Y se va maldiciendo.
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Mi turno, llegó y le digo al cajero: "Dios, cómo está la gente hoy lunes". Su respuesta me mató: "¡Que me chupen todos bien un huevo!".
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Cuando me estoy yendo del banco, la vieja de cejas tatuadas, joroba, permanente, y bastón se rie a carcajadas, JA JA JA. Todos locos.
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