Sandro, el hombre que le cantaba a las viejas

Es una vacío que nunca nadie podrá llenar. Con la muerte de Sandro se apagó el fuego que calentaba a toda una generación de mujeres mayores de 50, a quienes el Gitano podía calentar con sus letras. Con Sandro se fue el último hombre que le cantaba a las viejas, a las que él siempre llamó como "sus nenas", dibujando sonrisas en esas caras marcadas por el paso del tiempo, los reveses de la vida y los surcos vejez. Sandro les cantaba a las gorditas, a esas amas de casa imperfectas pero llenas de pasión, a las mujeres comunes, que al verlo arriba del escenario sacudiendo la pelvis como si estuviera a punto de dislocársela, no resistían la tentación de tirarle sus bombachones. Nada de tangas, ni que ocho cuartos. Y lo de Sandro no era un personaje: él siempre demostró su amor por las mujeres XL, con Olga, su viuda, como último exponente, algo que a sus fans las podía. María José Bonacifa, una compañera de Perfil.com, escribió una excelente nota sobre el fenómeno de Sandro y su muerte, se las recomiendo: No habrá otro Sandro de América porque no hay más "nenas".

Adio!