Ayer llegué a Mendoza por cuestiones laborales y desde que bajé del avión no paré de tomar vino y comer exquisiteces preparadas por chefs aclamados en todo el mundo. Estoy en el Hyatt Mendoza, un hotel a todo trapo, haciendo unas notas sobre gastronomía. Aclaración: aunque no lo parezca ¡es trabajo! Acá les dejó una fotito tomada con mi iPhone en las barricas de la bodega Terrazas, donde estuve charlando con los enólogos del lugar que son tipos de lo más interesantes que he conocido. Hablan todos los idiomas, viajan por el mundo, estan forrados en plata y encima son copados. ¿No habré pifiado de profesión? Naríz para catar me sobra.
Adio!
Adio!
1 comentario:
¡trate un vino para la vuelta!
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