Yo tenía el jueguito de D´Elía contra los oligarkas desde las 10 en la redacción, a las 14 ya la estaba lista para publicarse (tardé porque había mucho campo en el medio) y, finalmente, a las 18:05 la tiramos. Pasa que teníamos exceso de D´Elía en la home, fue un día muy contra la "puta oligarquía".
La idea era simple: ver cuánto tardaban los otros medios digitales en levantar esa notita boluda, pero efectiva al fin. Ya teníamos el precedente del ataque de la JP Evita al stand de Clarín que nosotros en Perfil.com teníamos lista una medianoche y lanzamos a las 9, y Crítica lo levantó a las 13, es decir cuatro horas después. Por eso, desde que se publicó me senté a esperar cuánto tardaban.
Era obvio que levantarlo, lo iban a levantar, la cuestión era cuando. Yo, cual un arduíno -como le gusta decir a mi amigo Mancini- había encontrado el juego buceando en la web, en blogs, paginas y demás; ellos la tenían más fácil, sólo debían buscar en la competencia.
Así las cosas, yo estaba a eso de las 15 hablando con una personas por teléfono para una nota y un editor amigo, Rodrigo, me pasó un link que retumbó en mi chancho-parlante. Eran las 15:15 e Infobae lo había levantado: 21 horas después de que nosotros lo publicáramos.
Más tarde llegó lo que esperaba. Mientras me fuí a sacar unos pasajes a Córdoba, para ir con mi novia al cumple de Fermín, uno de mis mejores amigos, el hecho se consumó: Crítica levantó la info a las 16. 22 horas, casi un día, y bueh...
Adio!
La idea era simple: ver cuánto tardaban los otros medios digitales en levantar esa notita boluda, pero efectiva al fin. Ya teníamos el precedente del ataque de la JP Evita al stand de Clarín que nosotros en Perfil.com teníamos lista una medianoche y lanzamos a las 9, y Crítica lo levantó a las 13, es decir cuatro horas después. Por eso, desde que se publicó me senté a esperar cuánto tardaban.
Era obvio que levantarlo, lo iban a levantar, la cuestión era cuando. Yo, cual un arduíno -como le gusta decir a mi amigo Mancini- había encontrado el juego buceando en la web, en blogs, paginas y demás; ellos la tenían más fácil, sólo debían buscar en la competencia.
Así las cosas, yo estaba a eso de las 15 hablando con una personas por teléfono para una nota y un editor amigo, Rodrigo, me pasó un link que retumbó en mi chancho-parlante. Eran las 15:15 e Infobae lo había levantado: 21 horas después de que nosotros lo publicáramos.
Más tarde llegó lo que esperaba. Mientras me fuí a sacar unos pasajes a Córdoba, para ir con mi novia al cumple de Fermín, uno de mis mejores amigos, el hecho se consumó: Crítica levantó la info a las 16. 22 horas, casi un día, y bueh...
Adio!