La última revista Veintitrés, como era previsible, repite la fórmula del complot que desde hace unos días se puede ver en la cadena oficial: Cobos + Redrado + Clarín + Fondos buitres dan como resultado una operación contra Cristina. En cadena nacional opositora, se da la fórmula inversa. Pero este post no va a eso, sino a cómo comienza la nota de tapa de la ex publicación de Lanata. El síndrome de la página en blanco, del lugar común, la dictadura del sujeto+verbo+predicado, son algunos de los escenarios que se abren antes de escribir una nota. Adrián Murano, autor de la nota, los supero con perfección, sin dudas un comienzo de puta madre:
Adio!En alemán se lo denominó Schadenfreude. La palabra, acuñada a mediados del siglo XIX, designa el sentimiento de felicidad por el sufrimiento o la infelicidad del otro. Aunque Freud no la incluye en su listado de perversiones, Schopenhauer sostenía que esa “emoción diabólica era una señal infalible de un corazón perverso”. Nietzsche discrepaba: “Mejor que observar un sufrimiento es causarlo”. A medio camino entre ambos, Gore Vidal tradujo la Schadenfreude en clave sociopolítica: “No basta con tener éxito. También es preciso que los otros fracasen”. (...) En la Argentina de estos días la Schadenfreude es ley...
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