lunes, febrero 25, 2008

Plaza Asturias, para morfar como gallego

Imágen: Guía Óleo

No tengo porque mentir, un comentario me convenció: "La comida es abundante pero el lugar es bastante ruidoso. Es para ir a comer en grupo a lo bestia". Como el minimalismo sonoro nunca fue lo nuestro y comer a lo bestia debe ser quizás la mejor descripción de lo que hacemos cada tres jueves, el visto bueno fue unánime.
Por calendario, nuestro punto temático de comida era España, sinónimo de platos con mariscos, o bichitos como a mi me gusta decirles. Después de un breve sondeo en la inefable Guía Óleo y de haber leído ese único comentario, no había duda: Plaza Asturias era el punto de encuentro.
Entre jamones serranos, escudos de provincias españolas y cientos de botellas de vino se edifica un ambiente cordial para hincar el diente. La atención de las mozas es cordial, no se molestan en explicar tal o cual plato, te asesoran por si pedís algo demasiado gigante para uno y, básicamente, cumplen su laburo muy bien.
La carta es muy amplia y ofrece platos típicos de la península ibérica como pulpo a la gallega, cazuela de caracoles, pescado a la sal, etc. Hay variedad de todo: entradas, platos principales, guarniciones, postres y bebidas.
Los precios no son excesivos, aunque tampoco económicos; si se morfa con todo a lo sumo se llegara a gastar 55 mangos; siempre y cuando no se pida uno de los estrafalarios platos que sobrepasan los 80 mangos, como una langosta por ejemplo.
Nosotros, para ser fieles al comentario que nos llevó ahí, después de devorar las anchoas de tentempie, pedimos una gran picada gran llena de frutos de mar, queso, jamones y fiambres (tenía tanto que no me acuerdo) y una porción de rabas. De plato principal: una paella para varios, muy sabrosa, que nos dejo pipones. Cafecito al final y listo. Otra noche exitosa de cena temática.
Plaza Asturias, para morfar como gallego, muy recomendable, ¡joder!

Adio!

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