martes, agosto 10, 2010

La compulsión a la repetición informativa


Un fénomeno recorre hoy los medios de comunicación, sobre todo la televisión: la compulsión a la repetición informativa. Las salideras bancarias son hoy la materia de esa praxis periodística. Para empezar a analizar la cuestión, cabe hacerse una pregunta: ¿sería una noticia de "Ultimo momento" una salidera sin heridos en Caballito después del drama que le tocó vivir a esa pobre mujer embarazada cuyo bebé murió tras un asalto? La respuesta es simple: no.

Amparándose en planillas de rating -quizás- o el imperativo de la noticia deseada -tal vez-, canales de noticias 24 hs, como TN y C5N, se empeñan en igualar casos. Hacen que todos los robos en puertas de bancos sean "terribles" salideras. Informan, pero a la vez asustan. Sus flashes erizan la piel de los pobres jubilados que tienen que ir a cobrar a un banco, por poner un ejemplo. Si bien en el efecto de un medio nunca es absoluto, la compulsión a la repetición hace que no se hable de otro tema y erige un clima -guste o no- de cierta paranoia para quien recibe (y se informa con) la noticia.

La salida de Caballito fue eso. Un flash de alerta, música de shock, un cartel que dice último momento, la carnada irresistible para el espectador, y después nada: información que se desarrolla en vivo, que se presenta como lo mismo, inseguridad, borrando los matices. Y yo no digo que esto lo hagan con una intencionalidad política, eso sería ver sólo la figura y no el fondo; es algo más profundo, que hace a las formas de producción y circulación de la información, en el plano inconsciente.

Cuando Freud definía la "compulsión a la repetición" trataba de encontrar el por qué ciertas experiencias displacenteras y dolorosas para un sujeto siempre volvían a aparecer. Dice el diccionario de psicoanálisis Laplanche que "este es un proceso de origen inconsciente, en virtud del cual el sujeto se sitúa activamente en situaciones penosas, repitiendo así experiencias antiguas, sin recordar el prototipo de ellas, con la impresión muy viva de que se trata de algo plenamente motivado en lo actual". La repetición aparece como un mecanismo de realización de lo reprimido, se genera placer, goce, en el acto de repetición más allá de que conscientemente sea lo contrario. Así, el periodismo opera en ese doble terreno.

Los medios por un lado informan sobre la inseguridad y al mismo tiempo generan miedo, pánico, y demás. No es algo nuevo, sino que data de años, del viejo sensacionalismo inglés. La tragedia se repite hasta el hartazgo: no son todas iguales, pero parecen. Estan compelidos a repetirlas. Sus multiplicación en las pantallas molesta, incomoda, choca, pero en el espectador al mismo tiempo genera un mórbido placer, y en los periodistas también. Ayer fueron las salideras, hoy son los derrumbes de edificios y mañana serán de nuevo las salideras, los secuestros, las coimas, etc., etc., etc. Es un proceso consciente, inconsciente, informativo y desinformativo.

Adio!

1 comentario:

Lila dijo...

muy buena observación, y muy bueno traer la teoría de la compulsión de la repetición!
saludos!