Hoy cumplimos ocho años de novios y vos te estarás preguntando por qué puse esta foto de las vacaciones para celebrar. ¿Salimos gordos, sobre todo yo? Sí. ¿Teníamos mejores postales de nuestras primeras vacaciones juntos? Seguro. Pero sabes qué, creo que esta foto ilustra mejor que nada el paso del tiempo, y con él representa mejor que cualquier otra el amor que a lo largo de estos 8 años venimos sintiendo el uno por el otro. Porque amarse es, como dije una vez, envejecer juntitos, de la mano como en la plaza de Buzios. A mi me hace feliz que cuando estiro mi mano encuentro la tuya, tu boca, tu besos, tu creatividad a la hora de ponerme apodos que sean sinónimo de gordito. Y sobre todo me encanta engordar al lado tuyo. Sí, puede sonar gracioso, pero convengamos que si el amor se representa en kilos, el que más se enamoro en todo este tiempo fui yo, con unos 20 kilitos desde que nos conocimos (ésto siendo generoso). Vos también cambiaste, creciste, estudiaste, te recibiste, te tocó madurar de golpe, como cuando paso lo de tu papá, pero siempre seguiste de pie firme, y eso lo admiro; por eso te amo, por eso te tomo de la manito, esa de esqueletito que tenés, y me lleno de energía todos los días. Que te puedo decir: no puedo vivir sin vos, tanto por las buenas, como por las malas. TE AMO. Chuchhh...
Adio!
Adio!