martes, octubre 20, 2009

Cómo asesinar (con argumento) a Maradona

Apenas llegué a Perú, para pasar una semana de vacaciones con Nico Diana y Pablo Mancini, me encontré en la casa de Pablo con una revista del Grupo El Comercio: "Somos". En ella, hay una excelente nota sobre Maradona, la selección y la agónica clasificación al mundial Sudáfrica 2010.
Hay varios párrafos brillantes para pensar:

"No fueron motivos futbolísticos los que le abrieron la puerta de la selección como entrenador. Maradona fue un mal necesario para un complejo entramado de intereses corporativos y personales. Pero Maradona una vez que llega maradonea".

"El propio Diego confiaba en su capacidad de inoculador para resucitar a los muertos y echar a andar un equipo. Pero la inoculación no ocurrió, no podía ocurrir. Aquellos jugadores que Maradona quiere defender no están adormecidos debajo de la piel de la megaestrella del fútbol transnacional, aquellos jugadores hoy ya no existen".

"Los jugadores trasnacionalizados no son ciudadanos. Son sujetos autoproducidos, matrizados lejos de cualquier idea de Estado nación y se valoran como el capital de su propia empresa unipersonal. Como Messi, la mayoría son grandes figuras antes de jugar en su selección y como como consecuencia de su participación en ella".

Adio!

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