Como cada año, festejamos nuestro cumpleaños. Fue este fin de semana, en casa. Qué otro lugar. Nosotros somos muy caseros, no nos gusta festejarlo en otro lugar, después podrás salir, bailar, y demás, pero no es lo mismo festejar en tu casa que en otro lado. Así fue, vinieron muchos amigos, otros amigos no pudieron, mala suerte, ellos se lo perdieron. ¿Cómo saber cuando una fiesta fue un éxito? ¿Importa que lo sea? No voy a ser hipócrita: a mí sí me importa y sabes que estuvo buena, que fue un éxito, cuando todos te dicen que la pasaron de puta madre.
Nos quedamos cortos con el morfi: compramos 80 piezas de sushi, 48 empanadas y mi vieja hizo 6 pizzas y un calzone relleno, más dos tortas. Después en el rubro bebidas: hubo 21 cervezas (17 Stella Artois y cinco stout Quilmes), dos Fernet Branca de 750cc, un vodka Smirnoff, 8 latas de Red Bull (te da alasss), 12 litros de Coca, un Campari, tres litros de Tropicana, y unos 5 vinos. Hubo que comprar unas 18 cervezas más, a las 00:00 no había más birras. A pesar de ello, faltó, pero no se sintió, fue una fiesta.
"Cuando ves las fotos te das cuenta lo que fue", me dice mi vieja, que es otro de los motores de mi cumpleaños. Todos me dicen "es una masa tu vieja". Y la verdad que sí, lo es. Recuerdo todavía cuando hace dos años fue fulminante: "Payi, a las dos se van todos ehhh". Era el tiempo lìmite cuando llegó mi mamá, era en el otro depto, y me dijo: "Che, dale, acá está la mochilo, vamos a comprar más cerveza". Ese cumple no terminó del todo bien, pero fue otra gran fiesta. En fin, mamá volvió a jugar un rol escencial en la fiesta, un masa.
Sin embargo, este cumple fue diferente. Vinieron amigos de la vida, del laburo, del estudio, de la familia, de todos lados, cosa que no había pasado. Fue un summum de todo, una gran joda, gracias a los presentes. Será hasta el año que viene...
Adio!
Nos quedamos cortos con el morfi: compramos 80 piezas de sushi, 48 empanadas y mi vieja hizo 6 pizzas y un calzone relleno, más dos tortas. Después en el rubro bebidas: hubo 21 cervezas (17 Stella Artois y cinco stout Quilmes), dos Fernet Branca de 750cc, un vodka Smirnoff, 8 latas de Red Bull (te da alasss), 12 litros de Coca, un Campari, tres litros de Tropicana, y unos 5 vinos. Hubo que comprar unas 18 cervezas más, a las 00:00 no había más birras. A pesar de ello, faltó, pero no se sintió, fue una fiesta.
"Cuando ves las fotos te das cuenta lo que fue", me dice mi vieja, que es otro de los motores de mi cumpleaños. Todos me dicen "es una masa tu vieja". Y la verdad que sí, lo es. Recuerdo todavía cuando hace dos años fue fulminante: "Payi, a las dos se van todos ehhh". Era el tiempo lìmite cuando llegó mi mamá, era en el otro depto, y me dijo: "Che, dale, acá está la mochilo, vamos a comprar más cerveza". Ese cumple no terminó del todo bien, pero fue otra gran fiesta. En fin, mamá volvió a jugar un rol escencial en la fiesta, un masa.
Sin embargo, este cumple fue diferente. Vinieron amigos de la vida, del laburo, del estudio, de la familia, de todos lados, cosa que no había pasado. Fue un summum de todo, una gran joda, gracias a los presentes. Será hasta el año que viene...
Adio!
1 comentario:
hello... hapi blogging... have a nice day! just visiting here....
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