Existe un idea fija en la mente de los lectores online: si tal o cual escribe para ése medio, es porque comulga su ideología, la comparte, quiere que se propague y llegue a todos, para que todos piensen como él, ergo como el medio para el cual trabaja. Se cree que, como el hombre pone su fuerza de trabajo a disposición del otro (dueño de un medio de producción), éste coloniza su subjetividad a punto tal de que el periodista es un mero conductor de lo que dicen "desde arriba", que no puede pensar distinto. En este punto, los periodistas somos como el perro de Pávlov, aquel famoso animal que salivaba al oír una campana, a la que vinculaba con la comida. En este sentido, se piensa que ningún periodista puede disentir con la línea editorial, cuando en realidad lo más común es que así sea. La obsecuencia sólo imbrica la impotencia crítica y éso, en cualquier ámbito, es perjudicial. Todos aquellos que creen éso se sorprenderían al ver cuantos simpatizantes del kirchnerismo trabajan en medios críticos. Aunque según su cosmovisión, miope desde mi punto de vista, se tendrían que ir a trabajar a Página/12, El Argentino, o Miradas al Sur.
Adio!
Adio!
1 comentario:
Seguro me lo van a gritar un día de estos: "¿Pero por qué no te vas a laburar a El Argentino, nene?".
Timmerman decía "los buenos diarios de derecha se hacen con periodistas de izquierda", y algo del tema sabía...
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