acto. (Del lat. actus).
1. m. acción (‖ ejercicio de la posibilidad de hacer).
2. m. acción (‖ resultado de hacer).
3. m. Celebración pública o solemne. Salón de actos.
4. m. Cada una de las partes principales en que se pueden dividir las obras escénicas. Pieza, comedia, drama en dos actos.
5. m. Disposición legal.
6. m. Concentración del ánimo en un sentimiento o disposición. Acto de fe, de adoración, de humildad, de contrición.
A excepción de la quinta definición de la Real Academia Española para la palabra "acto", creo que todas hablan de lo que pasa hoy en la Argentina, después de este martes tan movido, tras 126 días días de lucha entre el Gobierno y el campo (repito: el campo; no "empresarios del agro", como afirma en su tapa de hoy el ya desvergonzadamente kirchnerista Página/12).
Un acto presume desde su génesis dos partes: una posibilidad y una consecuencias. Un acto contiene en si mismo la capacidad de poder hacer algo y los efectos que ese algo genera. La resolución 125 fue un acto, también lo que llegó después. La decisión de duplicar la apuesta fue otro acto, lo mismo que la medida de cortar rutas. El silencio de semanas de Cristina fue un acto, al igual que el incendio que genero en una voraz cacerolazo. Y así ad infinitum...
Actos son también las celebraciones públicas. Los cacerolazos del campo, tuvieron como contrapartida las marchas oficialistas, con violencia incluida, ducho sea de paso, como respuesta a las agresiones verbales (vale recordar que D´Elía reaccionó luego de una cuadra de puteadas). Lo mismo las carpas: De Angeli adelantó que iba a poner una, y antes de que eso ocurriera, el Gobierno tenía siete y contando. Lo mismo con los actos literales: un 25 de mayo en Rosario, otro en Salta; hoy una marcha en defensa de la democracia K en el Congreso; y otro por una democracia distinta en Palermo. Acto y contra acto.
Pero un acto también puede referir a las "
partes principales en que se pueden dividir las obras escénicas". Esta definición también cabe en el conflicto argentino. Qué son sino todos los episodios que hemos vivido todos en estos últimos cuatro meses. Enumero: resolución 125, De Angeli, silencio presidencial, paro del campo, corte de ruta, habla a presidenta, piquete de la abundancia, se pudre todo, cacerolazo en la Plaza, D´Elía a las piñas en la plaza, miedo, tensión, ¿golpismo?, reaparece Kirchner, negocian al pedo, renuncia Luosteau, actos, actos y más actos, se queman los campos, humo en la city, la presidenta no se calla nada y K redobla la apuesta, cortes, quilombo, desabastecimiento, tregua, a la mierda la tregua, detienen a De Angeli, arde Troya, cacerolas bis, Néstor dicen en la Plaza "Yo soy Perón", se manda el proyecto al Congreso, carpa verde, circo K, toro inflable, pingünios, palomas y huevos k, aprueba diputados, va al Senado, acto y contraacto y así.... (si lo quieren más lindo y completo vean
100 días de locura).
Mañana sigue el teatro con el Senado como escenario, y salga como salga la votación la historia continuará porque el teatro mide, la tele lo sigue con atención, todo es campo-gobierno/gobierno-campo.
Por último, un acto es, además de todo lo anterior, "la concentración del ánimo en un sentimiento o disposición". Desde el 11 de marzo hasta hoy, sólo se demuestra una cosa:
todos son actos de fuerza. Ninguno de conciencia. Si hubiera conciencia no se habría aprobado una resolución tan polémica sin consultas previas y el motivo del berenjenal sojero no tendría razón de ser.
Sin embargo, siempre volvemos al principio y he aquí la ironía. En este conflicto todos saben que los actos implican la capacidad de hacer, pero parece que nadie comprende que también conllevan consecuencias. Y dentro de unos meses, cuando esto se supere, lo único que va a quedar son las consecuencias...
Cierro: los dos actos de ayer fueron innecesarios, podían hacerse, claro está, pero para qué, si después nadie se hace cargo de las consecuencias. Es sólo para ver quien la tiene más grande, dura y convocante.
Adio!