viernes, marzo 25, 2011

El desaparecido 30.001


Derrapó. Hebe de Bonafini volvió a tener una frase más que desafortunada. Fue justo ayer, 24 de marzo, a 35 años del Golpe de Estado más sangriento que recuerde nuestro país. En día de la Memoria, la titular de las Madres de Plaza de Mayo la perdió. Fue apenas un momento. Un lapsus discursivo en medio del fragor que se vivía en el Mercado Central. Con Amado Boudou, Guillermo Moreno, Débora Giorgi y Gabriel Mariotto en primera fila, Hebe habló de Néstor Kirchner y dijo que era "el desaparecido 30.001".

Calificar así a Kirchner no sólo es un error. También es falaz. Kirchner no es un desaparecido. Kirchner es un ex presidente que hizo mucho por los Derechos Humanos y, lamentablemente, murió de un paro cardíaco. No se lo chuparon como a otras 30.000 personas en los 70'. Kirchner vivió esa década, amasó fortunas junto a su esposa, la actual presidenta Cristina Fernandez de Kirchner, y hasta apareció en fotos comprometidas con quienes detentaban en poder entonces: los militares.

La actitud de canonizar a Kirchner como un ser desprovisto de defectos y miserias, que siempre busco la felicidad de todos y lo hizo dando la vida, forma parte del luto electoral que vive el oficialismo, Hebe incluida. Ese sentimiento es aceptable. Pero decir que Kirchner es un desaparecido más es faltarle el respeto a todos aquellos que luchaban por un país distinto cuando "ÉL" compraba casas y departamentos. Con esto, no desmerezco para nada su lucha desde la Casa Rosada. Como dije alguna vez: "Kirchner fue el tipo que más hizo por los Derechos Humanos y el que más abusó de ellos".

Desaparecidos en democracia están hoy Jorge Julio López y Luciano Arruga por nombrar dos casos paradigmáticos. López fue secuestrado el 18 de septiembre, después de haber declarado como testigo en el juicio contra Miguel Etchecolatz. Fue durante la presidencia de Kirchner. Nadie supo más de él. Arruga fue "desaparecido" el 31 de enero de 2009, cuando tenía 16 años. La policía bonaerense de Lomas del Mirador lo cruzó y subió a su patrullero. Ese fue su último rastro.

Adio!

1 comentario:

Nicolás B. dijo...

Muy buena tu publicacion. Lamento leerla tan tarde. Coincido 100% con vos, si bien hay que reconocerle a Kirchner lo que hizo durante su gestión para reabrir los juicios a los represores, hay que criticarle también el facilismo de que es mcho mas fácil juzgar a los ancianos siniestros 20 años despues de que perdieron todo peso politico y legitimidad, que luchar contra los excesos de la policía y de los medios represivos de esta decada, los cuales estan casi siempre a disposicion de los gobiernos Pejotistas provinciales.

Saludos.