Siempre polémico, el escritor Rodolfo Fogwill dejó varios párrafos más que interesantes en la entrevista que Diego Rojas le hizo para el último número de Contraeditorial. Recomiendo su lectura y no dejarse llevar por el título oficialista que le pusieron a la entrevista, que dice: "La oposición es de terror. Si yo fuera normal, en 2011 votaría a Cristina". A continuación algunos fragmentos sobre progresismo, la Ley de Medios, y el mundo de los intelectuales.
–Existe una definición sobre quienes, defendiendo posiciones libertarias, terminan expresando opiniones conservadoras. ¿No se siente incluido en esa definición, a veces?
–Yo no soy un libertario. En el fondo debo ser medio fascista. Pero hablo de mí. Ni pensemos en los progres argentinos. Esos son superfascistas. Nada es más fascista que un progresista con poder. ¿Sabés lo que fue la Universidad de Buenos Aires en manos de los Montoneros?
–Un momento interesante.
–Fue un momento de segregación. De corrupción. Había unos antropólogos que acumulaban siete empleos en la Facultad de Filosofía. No sabés lo que eran con los opositores. “El que no salta es un gorila.” En el bar La Paz, sólo dos personas no saltábamos: Germán García y yo. Todos saltaban, pero de miedo. La Juventud Peronista era totalitaria. Y ni hablar del ERP. En Gaviotas blindadas, un documental sobre el ERP, uno de los militantes dice: “Nos cagábamos en los derechos humanos”. Frondizi, otro progresista en el poder, que a los seis meses implantó el Plan Conintes para parar una huelga petrolera. Apoyado por el Malena, claro.
–¿Considera que los progres están en el poder?
–No, por supuesto que no. Este es un gobierno de derecha. Un gobierno pragmático, de acumulación de poder. Tomó un montón de medidas que consiguen adhesiones, pero no votos. A la hora de votar, la imagen del avaro que brinda Kirchner, a cualquier tipo de clase media, lo inhibe y busca un símil. Y vota un Giustiniani, un Sabbatella, un Pino Solanas.
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–¿Qué piensa sobre la ley de medios?
–En el espíritu, me parece bárbara. Pero cuando la leí, me sorprendió lo mal redactada que estaba y lo poco eficiente que era. Es una máquina de crear más y más empleo para tecnócratas.
–También abre nuevos medios en las provincias.
–Esos nuevos medios no van a vender.
–Ahí debería intervenir el Estado, para garantizar el espíritu de la ley que propuso.
–El que pensó la ley de medios la pensó como un mecanismo de control social y no como un mecanismo de progreso. Estamos en un sistema en el que el noventa por ciento de las decisiones se toma en referencia a la televisión. Así que no sé por qué se arma tanto quilombo en torno a los medios gráficos. Pero tienen un rol en el lugar de la insidia política, no en el de la formación política. Forma más política el "Gordo" Lanta que La Nación y Clarín juntos. La gente se moviliza por Lanata, no por los editoriales de esos diarios.
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–¿Nota un reverdecer de la intevención política de los intelectuales?
–Eso no existe. Andá a los centros en donde se piensa: no aparece nadie interesante al que le intereses un tema. Ninguno hopotecaría minutos de su vida en apoyar al kirchnerismo o la oposición. Para un intelectual la política es terreno minado, te chupa. Si vos te metés en un proyecto político, te paraliza, te saca la energía, te roba el tiempo. Sarlo interviene porque ha devenido en ensayista paga y en periodista, entonces tiene que mantener su régimen de tres columnas por semana y al final siempre dice lo mismo.
–Usted también publica sus propias columnistas...
–Es distinto porque yo no soy polivalente. Tengo una columnita, me alcanza para comer y chau.
–¿No es parte del rol de los intelectuales la intervención en la cosa pública?
–Los intelectuales son prescindentes. Si se murieran todos los intelectuales de Carta Abierta, no habría ninguna pérdida para la Argentina. Sólo perdería a un gran administrador la Biblioteca Nacional.
Adio!
1 comentario:
–¿Qué piensa sobre la ley de medios?
–En el espíritu, me parece bárbara. Pero cuando la leí, me sorprendió lo mal redactada que estaba y lo poco eficiente que era. Es una máquina de crear más y más empleo para tecnócratas.
Conservadurismo intelectual!!
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