¿Cómo era la vida y la muerte del personaje más cercano a la pareja que cambió –para bien o para mal, depende de donde se lo mire-
la política en Argentina? Esa pregunta trata de responderse el director Héctor Olivera en su nuevo film “Ay Juancito”, al centrarse en la figura de Juan Duarte, hermano de Evita, cuñado de Perón y además Secretario Privado de la Presidencia de la Nación.
El cine de Olivera recurre nuevamente a la historia política y social argentina como escenario principal (entre sus obras podemos nombrar “La Patagonia Rebelde de 1974, la Noche de los lápices de 1986 y “El caso María Soledad” de 1993), esta vez para contar el trajín diario de Juancito, interpretado por Adrián Navarro que, a pesar de ser esta su primer incursión en la pantalla grande, lidia de manera perfecta con este personaje de un mujeriego empedernido que carga con una “bragueta incontinente” y transita por los círculos más íntimos del star system de la época peronista.
Esta vida agitada, en la que se mezcla alcohol, cocaína y placeres desmedidos de habitación, hace que los ministros peronistas, en su mayoría militares, observen con suma desconfianza al “Cuñadísimo” -como lo apodan irónicamente- y sospechen de su honestidad como funcionario al punto de monitorear constantemente sus movimientos.
Su pareja “estable” Alicia Dupont (Inés Estévez), actriz de teatro y rostro del jabón Lux, conoce los hábitos de Juancito y acepta sus mentiras amparándose en que “se puede comulgar en muchas capillas (las amantes), pero siempre se vuelve a la Catedral (ella)”. Todo cambia cuando Yvonne Pascal (una siempre predecible Leticia Bredice), actriz y cantante en ascenso, con quien Juancito inicia una relación tras conocerse en el “Tabaris”, cabaret de alta alcurnia donde ella canta tangos y el cocina negocios turbios relacionados con la industria cinematográfica.
La principal virtud de la cinta está en sus vestuarios y escenarios que dotan de una ambientación precisa a la artística del film, transportando al espectador en el tiempo a fines del 40´ y principios del 50´. Esplendidos espacios, llenos de pomposidades, como el “Tabaris”, las oficinas de la Casa de Gobierno y el departamento/bulín (con un sirviente chino incluído) son los ámbitos en los que se mueve Juancito, siempre a bordo de lujosos autos relucientes (ahora de colección).
La estética peronista, tanto la elegancia particular de estas esferas de poder como la humilde sobriedad de los trabajadores, está confeccionada a medida por Horace Lannes, cuyo trabajo capta tanto la esencia del trabajador la CGT (con tiradores y camisa arremangada), como la sobriedad de la mujer justicialista (que imita a Evita con el cabello recogido y trajes encajados pero sobrios), y la fina distinción de los vestidos de las actrices (repletos de bordados, plumas y collar de brillos haciendo juego).
Las pequeñas intervenciones de la pareja Perón-Evita (encarnados por Jorge Marrale y Laura Novoa) dejan mucho que desear, con actuaciones poco creíbles que no trasmiten la sensación de esta viendo a Perón y Evita, sino a pobres imitadores que no se destacan para nada en absoluto.
El guión, obra de Olivera y el excelente filósofo y escritor José Pablo Feinman, roza la calificación de pésimo, porque cae de manera sistemática en demasiados clichés (la repetición de la palabra “coger”, por ejemplo) y sólo atina a mostrar al peronismo bajo un sesgo frívolo y autoritario que puede derivar en una condena tácita a las medidas populares que el justicialismo realizó en sus primeros nueve años de poder.
Todo el tiempo Juancito es “el hermano de…”, por lo que la muerte de su hermana -el 26 de Julio del 52´- hace que su vida se transforme para siempre. Poco tiempo después es diagnosticado con Sífilis, intratable a causa de su avanzado estado, y más tarde cae preso de la locura al conocerse los hechos de corrupción que lo tienen como protagonista y le quitan para siempre la confianza del General, precipitando su muerte.
Navarro agiganta su actuación en esta parte de la película, en la tras deambular sin respuesta en busca de su hermana, a quien la paranoia le hace creer que esta viva, decide tomar la decisión de terminar con su vida; hecho que el director deja en incógnita. ¿Suicidio o asesinato? Esa es la duda que el público tendrá que resolver por su cuenta.
Ficha TécnicaAño: 2004
País: Argentina
Director: Héctor Olivera
Actores: Adrián Navarro, Inés Estévez, Leticia Bredice, Laura Novoa, Jorge Marrale, Norma Aleandro, Alejando Awada
Guión: José Pablo Feinmann y Héctor Olivera.
Director de fotografía: Willi Behnisch
Montaje: Miguel Perez.
Música: Osvaldo Montes
Vestuario: Horace Lannes.
Duración: 114 minutos.
Calificación:
Regular.LinkAy Juancito (Página oficial)