El pasado sábado se nos ocurrió, con mi novia y mi hermano, pedir comida china a un lugar nuevo: Panda wok. El papelito tenía su estilo: negro, letras naranjas, un simpático panda comiendo de una de esas cajitas de comida china que uno siempre ve por la tele en películas de Hollywood o series (también del barrio holly) y que nunca llegan al país, o al barrio.
Los precios eran económicos y el menú variado. Así que pedimos variado y económico. Chau fan mixto (pollo y carne), Chau mien de pollo y pollo saltado al ananá. Algunos arrolladitos privamera y, como mi vieja picaba también, unos wan tan fritos.
No fue caro y llegó en media hora, 45 minutos. Al abrir el paquete llegó lo inimaginable: ¡cajitas de comida china!
El panda no mentía, nosotros podíamos comer como él y los hollywoodenses, desde una cajita de chinese food. Desempolvamos los palitos (con el único propósito de la mímesis icono-cinética) y nos servimos directo desde los cartonados recipientes.
La comida fue genial y comerla desde la cajita fue, también, genial. Limpio, rápido y algo nuevo. Una boludes nueva, pero intrigante, al fin. Algo menos que tachar en la lista de cosas-que-quiero-hacer -antes-de-morir.
Lo recomiendo.
Adio!
Los precios eran económicos y el menú variado. Así que pedimos variado y económico. Chau fan mixto (pollo y carne), Chau mien de pollo y pollo saltado al ananá. Algunos arrolladitos privamera y, como mi vieja picaba también, unos wan tan fritos.
No fue caro y llegó en media hora, 45 minutos. Al abrir el paquete llegó lo inimaginable: ¡cajitas de comida china!
El panda no mentía, nosotros podíamos comer como él y los hollywoodenses, desde una cajita de chinese food. Desempolvamos los palitos (con el único propósito de la mímesis icono-cinética) y nos servimos directo desde los cartonados recipientes.
La comida fue genial y comerla desde la cajita fue, también, genial. Limpio, rápido y algo nuevo. Una boludes nueva, pero intrigante, al fin. Algo menos que tachar en la lista de cosas-que-quiero-hacer -antes-de-morir.
Lo recomiendo.
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