martes, julio 22, 2014

El Pitty


Es jodido escribir esto, Pitty. Nos vimos una sola vez en nuestras vidas. Ese día que en el subte me gritaste, compartimos SUBE y me contaste que tenías cáncer. Qué mierda el cáncer. 

En verdad, nos conocíamos hacía mucho. Desde que en 2010, sin siquiera haber hablando antes, me dijiste de salir en tu radio, desde Johannesburgo, donde yo estaba cubriendo el Mundial de Sudáfrica 2010. Al final nunca salí en tu radio, pero durante estos cuatro años el contacto no se cortó. 

Hablabámos de Tierra del Fuego, nuestra provincia; de la UCR, el partido al que sentimos como propio; y de los quilombos de la política de la isla. 

Me hacías sentir famoso, para qué te voy a mentir. Además, me puteabas como si nos conociéramos de toda la vida. Eso no se olvida. Tenías el ímpetu que hay que tener para ser periodista. Tu portal, tu radio, Mimi, eran todo... y se sentía en cada línea de nuestros chats por Facebook. 

Anoche me llamo papá. "Se murió el Pitty Legunda", me dijo. Me quedé duró. Lloré. Iba en el colectivo y lloraba. Porque aunque solo nos vimos esa vez, Pitty, vos eras el famoso en Tierra del Fuego. No, yo. Aunque vos me decías que sí. 

Le ponías unos huevos al sitio como pocos. Cuando me hablabas de él, lo decías como si fuera el New York Times. Los dos sabíamos que no lo era. Pero qué ganas. Eran envidiables.

Ahora ya no estás y me acuerdo de ese viaje de subte. De tus ganas de ganarle al cáncer, aún cuando sabías que era imbatible. Que el cáncer es como Alemania en el fútbol: son 11 contra 11 y al final ellos siempre ganan. 

Ojalá, algún día, pueda sentir eso que vos sentiste por Mujeres y Demonios. Esas ganas. Esa esperanza. Ese sentimiento pleno de terminar tu vida haciendo lo que te gustaba. Sí, seguro que hubiese sido más fácil meterte en una fábrica a poner un chip ocho horas, pero no lo sentías. Y sentir es todo. 

Ahora no estás y yo, que solo te vi una vez en mi vida, te siento un amigo. Porque eso eras: mi amigo del Facebook que siempre me hablaba como los pibes con los que me crié. Espero que ya no te duela más todo eso que te hacía mierda cuando nos conocimos. 

Que descanses en paz.

Payito, tu amigo. 

Adio!



1 comentario:

Osita dijo...

Hay Dios que dolot tan grande!!! Amigo tu Osita esta muy triste.....solo se que termino tu mision en esta tierra; que dejaste parte tuya en tus heromosos hijos, que dejaste una huella marcada en cada uno de nosotros y en mi corazon dejaste un tremendo vacio inesperado. No bajaste los brazos jamas!!! la luchastes come luche!!! Solo queda el consuelo que sos un Angel al lado de Dios.........