La presidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a responder preguntas en conferencia de prensa. Ocurrió a miles de kilómetros de Argentina. El lugar elegido fue la universidad de Georgetown, en el marco de la inauguración de la cátedra argentina en esa casa de estudios. Los entrevistadores fueron alumnos universitarios. Y sus preguntas incomodaron a la jefa de Estado, que no tuvo problemas en mentirles, diciendo que hablaba siempre con la prensa, cuando en realidad su gestión se caracteriza por un férreo cerrojo a las preguntas incómodas.
Sincera como siempre, CFK dijo que "en realidad hablar hablo todos los días, con la prensa hablo muchísimo cuando voy a actos, me entrevistan. Lo que sucede es que en la Argentina no hablar con la prensa es no decir lo que ellos quieren escuchar, me parece que hay una gran diferencia". Así fue el pregunta-respuesta textual de ayer:
Pregunta: Gracias por haber venido Presidenta. Tengo una pregunta muy simple para hacerle. Por qué nosotros los estudiantes en Georgetown tenemos la oportunidad de hablar contigo cuando en Argentina usted no habla con la prensa por muchos años.
Respuesta: No es así. En realidad hablar hablo todos los días, con la prensa hablo muchísimo cuando voy a actos, me entrevistan. Lo que sucede es que en la Argentina no hablar con la prensa en no decir lo que ellos quieren escuchar, me parece que hay una gran diferencia. Cualquiera que vaya a alguno de los actos políticos a los cuales voy en el Gran Buenos Aires o en el interior del país… no hablo siempre, es cierto, no hablo todos los días, pero si periodista me pregunta le respondo. Es cierto que a algunos periodistas no les gusto cuando no les respondo lo que ellos quieren, pero es parte de la libertad del que pregunta y es parte de la libertad del que responde. Además te puedo asegurar que cuando se hacen preguntas en algunos ámbitos… y es mentira eso de hace años, he hablado muchísimo con periodistas acreditados en la Casa de Gobierno permanentemente; no lo hago a través de regulares y cada 15 ó 20 días conferencias de prensa. Me gustaría que asistieras a alguna conferencia de prensa en la República Argentina donde cuando a algún periodista no le gusta algo empieza a gritar y hacer escándalo y cosas que realmente…, no todos, pero le ha tocado a algún ministro por ejemplo ser respondido en la sala de conferencias de la Casa Rosada. Y lo veo a Obama cuando da conferencias, el periodista pregunta, el Presidente responde y allí termina, allá si no les gusta la respuesta que vos das gritan, se enojan, patean una puerta, una vez nos patearon una puerta en la Casa de Gobierno en la sala porque no les gustaba la respuesta que habían dado. Un cronista de un prestigioso diario, de un diario centenario, no vamos decir prestigioso, centenario. Tiene el mérito de tener más de 100 años, pero en realidad si por ejemplo pudieran desarrollarse en un marco de respeto normal como se desarrollan en todo el mundo, seguramente. Pero me parece que los gobernantes no estamos para responder o para hacer un centro de nuestra gestión las conferencias de prensa. De repente yo creo que algunos periodistas creen que en realidad es más importante el entrevistador que el entrevistado o que la gestión de un gobernante es contestar a la prensa, en realidad lo que debe hacer un gobierno es garantizar la publicidad de los actos, que es obligatorio, y además fundamentalmente también una prensa en la que muchas veces no sucede lo que sucede en Estados Unidos donde la prensa dice claramente con qué se alinea. Por ejemplo yo me acuerdo en la campaña de Obama del Washington Post, del New York Times, que dijeron a sus lectores que ellos apoyaban la campaña de Barak Obama. Y en realidad me parece que es muy bueno que cada medio de comunicación explicite ante sus lectores, sea un medio escrito o audiovisual, que tiene determinada posición, que apoya a menganito o fulanito, porque hace a la defensa del que lee, el que lee que el que está escribiendo está apoyando determinada ideología, determinada candidatura, determinada gestión. Esto en mi país no sucede, vos hablás con los periodistas y son todos independientes. En realidad son independientes de los reyes de España, porque no hay periodismo independiente en el mundo, nadie es independiente en el mundo. Vos mirás el mundo desde un lado, sos de Michigan, sos americano, tenés una visión, te gustarán los demócratas, te gustarán los republicanos, te gustará el Tea Party, en fin, la mirás de algún lado, no podés decir que sos independiente, porque además decir que sos independiente es casi como decir algo soso e insulso, no tengo ideas, no tengo un lugar de donde miro. A mí lo que me gusta de la prensa norteamericana es que la prensa norteamericana, por lo menos la más seria, la más conocida, se pronuncia claramente a favor de tal o cual candidato, no se presenta como independiente y objetiva. En mi país tampoco hay prensa independiente y objetiva, más, si uno mira y puede leer los portales no debe haber habido una presidenta y digo presidenta con a, porque soy mujer, una presidenta que haya sido más descalificada, más insultada y más agraviada que esta presidenta. Sin embargo esta presidenta fue la que envió el proyecto de eliminar el delito de calumnias e injurias para los periodistas. Antes en mi país si un periodista era condenado penalmente por calumnias e injurias por algo que había escrito en ejercicio de su profesión podía ser llevado preso, fui yo la que envié al Parlamento el proyecto de ley para derogar este delito de modo tal que cualquier periodista pudiera decir lo que quisiera, fuera verdad, mentira, insulto o agravio y no fuera preso por eso. Sí obviamente responda, si ha causado un daño, económicamente, pero no con su libertad.
Así que yo te invitaría, Gabin, te invito un día a que me acompañes a la Argentina y que vengas a una conferencia de prensa, vas a entender todo tan rápidamente que te vas a dar cuenta de cómo viene la mano.
¿Cuándo habla Cristina con la prensa? ¿Cómo son esos encuentros con el periodismo? ¿Qué preguntas se le hacen? En el canal de YouTube de la Casa Rosada hay algunos ejemplos.
El 2 de agosto, después de participar en un acto por el 158º aniversario de la Bolsa de Comercio, este fue su cruce con los medios:
¿Preguntas? Una sola, de canal estatal (u oficialista) sobre política internacional, nada espinoso, ni molesto. Un centro al área chica, para utilizar una metáfora futbolística.
El 9 de agosto, tuvo otro "encuentro" con periodistas después de inaugurar la nueva planta de Hidroesulfuración de gasoil de YPF en Ensenada.
¿Preguntas? Casi todas las hace y las responder Cristina. El único cruce con un periodista fue, otra vez, un pase de gol. "Presindenta, un mensaje para los trabajadores de la región...".
Aquel día, en el que pidió un Tribunal de Ética para los periodistas, la charla siguió en otra parte de la planta de Ensenada. Esta vez con CQC modelo 2012, alejado de la ironía y capacidad crítica del viejo programa, como único interlocutor.
¿Preguntas? Sí, de nada. La única oportunidad en la que participaron varios cronistas, lo más parecido a un cruce con los periodistas, fue cuando, sin querer, la Presidenta dijo la "víbora", palabra que trae mala suerte para los cabuleros. Increíble, pero real: se debatió como ahuyentar esa mala suerte tocando algo de madera y sin patas.
El 25 de julio, Cristina tuvo, quizás, uno de los más extensos mano a mano con un periodista desde que renovó su mandato en 2011. Fue, como era de esperarse, con el notero de CQC, Pablo Camaití.
Todo, en un tono humorístico. Ese periodista, hace poco tiempo dejó CQC y hoy es la cara del nuevo noticiero de la medianoche de la TV Pública, producido por La Cámpora.
Ayer, CFK tuvo su último contacto con la prensa hasta ahora, tarde argentina, en la que me senté a escribir esto. De muy buen humor después de una reunión en el BID, se acercó a los periodistas que cubren su gira para agradecerles.
¿Preguntas? Ni. Depende de cómo se la mire. Una sola. Sí, otra vez, un penal sin arquero, ni signos de interrogación. "Pasar del consenso de Washington a una cátedra argentina en Washington... alguna reflexión al respecto". Risas de Cristina. Carcajadas. Felicidad. Gol.
Así son los diálogos de Cristina cuando habla con la prensa. La mayor parte de las veces, solo micrófonos dispuestos a captar el audio de una Presidenta que se pregunta y responde sola.
Por eso lo de ayer en Georgetown fue tan increíble. Había personas que preguntaban, no tiraban centros, y una jefa de Estado que respondía, aunque sea con algunas mentiras.
Adio!