"Es espantoso ser oficialista", dice Barragán. "Tenés que vencer un montón de prejuicios".
Tognetti: "Prefiero no subirle el precio a Lorena Maciel y le mando saludos a Tato Young, uno de los soldados más fieles de Julio Blanck".
Barragán: "Castelo hubiera estado con nosotros, no donde está Tenembaun y Lanata".
Barragán: "El libro de Alabarces y Oliván es una falta de respeto a los lectores. Dicen cosas que yo no entiendo".-
Barragán: "María Julia Oliván fue a #678 cuando murió Kirchner para limpiarse"
Barragán: "Oliván no estaba conmovida por la muerte de Néstor Kirchner, fue a #678 a solucionar un problema de su propia imágen"
Tognetti: "#678 es el programa más disruptivo de los últimos 20 años de la TV argentina".
Tognetti: "#678 hizo semiología de masas".
Barragan: "Sandra Russo es una tipa recontra derecha, me sorprende su inflexibilidad en cuanto a la honestidad que tiene".
Tognetti: "Soy baronista".
Barragán: "Es un dandy punk, laburó toda su vida en redacciones graficas, hoy se dice ex periodista, vivió más en carne todo esto".
Barragán: "Cabito es un osito".
Barragán: "Con Galende somos amigos, hacemos terapia juntos antes de salir al vivo".
Barragán: "Nora es la que tiene más información, debe ser la más inteligente de todos y es muy punzante, con tres frases te hace bosta".
Barragán: "Me define la palabra oficialista, me cuesta definirme kirchnerista".
"En cinco años se va a hacer un E true hollywood story de #678", dice Pallares, que reconoce "Veo siempre TN, para ver q hace el enemigo"
Barragán: "Lo de Lanata es triste, un tipo que ha sido tan creativo e inteligente, que no entienda nada e insulta, es un tipo pobre".
Barragán cita a Halperin: "Lanata nunca criticó ideológicamente al menemismo, solo se dedicó a denunciar corrupción".
Barragán: "Por ahí Lanata no es tan groso como pensamos".
jueves, septiembre 15, 2011
lunes, septiembre 12, 2011
Prensa canalla
Siempre me resultó gracioso el término "prensa canalla" que utilizan los medios oficialistas para desmerecer el trabajo de publicaciones que se animan a criticar lo que ellos prefieren tapar. El binomio de palabras fue utilizado, por ejemplo, por la revista 23 en varias oportunidades, la última para fustigar a los medios que destaparon que en departamentos del juez de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni, funcionaban cabarets. También se uso, si no recuerdo mal, para cuestionar a quienes informamos sobre la relación entre Hebe de Bonafini, Sergio Schoklender y la misión Sueños Compartidos. Pero... ¿hay algo más canallas que la tapa de Miradas al Sur que persigue, escracha y se la agarra con una periodista de Noticias, Mariel Fitz Patrick, que consiguió que Sergio Schoklender, el hombre más buscado del momento, rompiese el silencio?
El comienzo de la nota, que no firma nadie en particular, sino "Miradas al Sur", es chocante y anti-periodistico. Dice:
"En una patética nota publicada en la última edición de Noticias, una periodista que pasó de Clarín a esa revista remata su entrevista con Sergio Schoklender preguntándole, insinuando una venganza: “¿Teme las consecuencias de lo que le dijo a esta revista?”, como si el objetivo de darle prensa a quien traicionó a Hebe de Bonafini anticipara que alguna de las Madres –que pasaron los ochenta años de edad, además de haber buscado por décadas a sus hijos– fuera a tomar un arma y darle unos tiros al estafador, desconociendo su demostrada vocación no violenta para reclamar memoria, verdad y justicia. Esta vez, para Noticias, que tanto marketing hizo con el lema “No se olviden de Cabezas”, la construcción del acontecimiento periodístico es la obscena Kawasaki de Schoklender y no la histórica lucha de las Madres de Plaza de Mayo".
La frase no se olviden de Cabezas usada así, parece una tomada de pelo. José Luis Cabezas fue asesinado porque hizo su trabajo. Los periodistas no podemos olvidar nunca eso. También era trabajador de Noticias. Atacar a la periodista que hizo la nota, es de canalla.
Los periodistas los sabemos. Los canallas (que encima se escudan en el anonimato) también, pero prefieren mirar para otro lado y hacerse los boludos.
Adio!
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