Hubo conferencia de prensa en Olivos. De preguntas jugadas ni hablar. Sólo las referidas al doble comando, los rumores de renuncia y a Moreno y sus patoteros en el Indec fueron jugosas. Después Mario Massacessi se pasó de larguero para preguntar si Cobos tenía perfil de traidor cuando la pregunta quizas hubiese tenido que ser ¿se sintió traicionada por Cobos? No hubo sorteo entre los periodistas como se prometió, o por lo menos no a la vista de los que estábamos ahí desde poco antes de las 16.El rol de Núñez en su debut como vocero tras cinco años de gestión, otro caso increíbles del país, fue desdibujado: se presentó y de una planteo las reglas: "Una hora y media, una sola pregunta y no hay tu tía". Sólo preguntó una radio, la Diez, la más oficialista, no hubo preguntas para Perfil ni Crítica, pero si para Canal 7, una aparato de propaganda del Gobierno.
Lo mejor fue Catalina, la boxer presidencial, que correteó con todos los periodistas, supersimpática, y nunca mostró los dientes, como sí su dueña durante varios momentos del simulacro. Se fue la primera, ¿vendrán más? Ojala que si, pero que sean conferencias de prensa en serio, en el mejor sentido marcelobielsita de la palabra.
Adio!
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