martes, mayo 31, 2011

Los pañuelos no se manchan

El escándalo que detonó la salida de Sergio Shoklender sigue dando tela para cortar. Si de tela hablamos, Roberto Caballero, directos del diario oficialista Tiempo Argentino, se refirió a la tela de los pañuelos de las Madres de Plaza de Mayo, símbolo de la lucha por los derechos humanos y del retorno de la democracia. "Van por los pañuelos", tituló un editorial que escribió hoy, martes 31 de mayo, que empieza así:
No es Sergio Schoklender el blanco. No son sus manejos financieros, ni su tren de vida lo que pretenden castigar los medios (cada vez menos)hegemónicos, la oposición sin brújula y el poder corporativo. En realidad, como antes demonizaron a Moyano (“lavador de dinero”), a la juventud militante (“arribistas”) y a los periodistas antimonopólicos (“oficialistas por dinero”), ahora van por los pañuelos, capital simbólico fundamental del proceso de democratización política, social y cultural que se inició en 2003.
En este párrafo, el director de Tiempo Argentino prefiere dejar de lado la lucha entera de las Madres, se enfoca sólo en su rol durante el gobierno kirchnerista. ¿Por qué? Simple: para hacer equivalente las denuncias a Shoklender con ataques al "modelo" K, en general, y Cristina Kirchner en particular.

En su lógica: meterse con las Madres es meterse con Cristina, es decir con el kirchnerismo. Y en realidad, el quid de la cuestión pasa por otro lado. La renuncia de Shoklender destapó desmanejos económicos en Madres. Las críticas son a ese punto, no a los pañuelos, ni los Derechos Humanos. Sigue Caballero:
Hoy como ayer, las Madres siguen siendo un mal ejemplo para la Argentina conservadora y reaccionaria. Ellas hacen: ahí están las miles de casas construidas por la Misión Sueños Compartidos en todo el país, su radio, su universidad, su centro cultural y su revista, que Tiempo Argentino abraza una vez por mes, con ternura y orgullo de hijo, para llevarla al kiosco.
Nadie critica el laburo de las Madres, sí los costos y transparencia con que manejan sus números, en los que Shoklender era protagonista. Sí, es cierto, que como dice Caballero, siempre hay una cuota marginal de fachos despreciables que utilizan esto para denotar a los Derechos Humanos. Pero repito: son pocos y despreciables.

El directo del diario cierra su intervención así:
Que sepan los dueños del poder y del dinero que cuando lapidan a Hebe, las piedras pegan en el cuerpo de la democracia, en el de los que creemos en un país igualitario y en el corazón de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, que apoyamos desde este diario.
Van por los pañuelos.
No los vamos a dejar.
Hebe y Shoklender mantenían una relación especial. Pero eso ella, guarda el silencio y está dolorida. Nadie va por los pañuelos, pensarlo así es sólo un síntoma de paranoia electoralista. Una manera elegante de ser más Hebista que la propia Hebe que, a pesar de sus palabras muchas veces irritantes, es un ejemplo de lucha, memoria, verdad y justicia.

Adio!

martes, mayo 17, 2011

Adolfo Castelo, María O'Donell, TXT y el cáncer


Hace un tiempo terminé de leer la biografía de Adolfo Castelo, Castelo. Diario de un ironista (ed. Sudamericana), escrito por sus hijas Carla y Daniela Castelo. Una parte del libro fue la que más me impacto: la que cuenta las internas que había en la redacción de la revista TXT, de que fui un enfermo lector.

Las hijas de Castelo dicen: "La redacción de la revista era caótica. Algunos eran incondicionales de Castelo, otros eran serviles a María. Se jugaban dos modelos diferentes de periodismo. Uno político conservador, retrógrado, otro mucho más innovador y absurdo".

TXT vivió al compás del cáncer de Castelo. Consiguió lanzar su revista, pero enseguida la enfermedad lo atacó. Fue su última idea. Y la pulsión de vida que mantuvo su energía hasta sus últimos días.

Mientras Castelo peleaba contra la muerte, en TXT la guerra de estilos continuaba y amenazaba con implosionar el proyecto, relata el libro, que es lapidario en uno de sus párrafos, que afirma lo siguiente:
"En la revista me había delegado sus responsabilidades -escribe Carla-. Hablábamos incesantemente por teléfono para definir las tapas de mantener la ruidosa guerra con María O'Donnell. En su ausencia, María había decidido jubilarlo. Papá sintió una traición por la espalda. 'Llegó a decir que ella había sido la causa de su enfermedad -cuenta Fabián Quintero [amigo de Adolfo]. No pudo perdonárselo'".
Palabras duras. Adolfo siempre decía las cosas de onda, como le encantaba aclarar, pero sus ironías tenía una cuota de verdad. Esa, para él, fue su verdad. La de Adolfo Castelo, María O'Donnell, TXT y el cáncer.

La revista murió con él, fue su última legado, una víctoria póstuma. Pírrica.

Adio!

domingo, mayo 08, 2011

Una semana de #Libre

No tengo tiempo ni ganas de actualizar mucho el blog. Es una lástima, pero el ejercicio de hacer un diario nuevo todos los días, lleno de historias originales -como reza el precepto de nuestra sección- motiva y agota al mismo tiempo. Sepan disculpar. Les dejo la tapa de la que habló todo el mundo: Sofia Gala Porro.

Adio!